martes, 30 de julio de 2013

Sueños de mariposa

Algunas veces ha surgido la conversación con amigas de qué haría si no me hubiera dedicado al Derecho. Amo mi profesión y echo de menos mi trabajo, pero una tiene sus fantasías. Soñar es gratis.

Mi mayor afición es escribir. Desde pequeña ya tenía mi propio diario personal. De hojas de colores pastel y con un bolígrafo a conjunto. También llevaba un candado pequeño. De esos que se podían abrir con un simple clip de oficina y un poco de gracia. Recuerdo que lo clasificaba por ideas y fechas. Los temas eran los propios de los doce años, amigos, música, familia, colegio...A los quince lo dejé de escribir.

Más adelante, cuando entré en la Universidad, en la carrera, escribí mucho. Allí aprendí a mejorar mi redacción. De ahí ese deje legalista y algo formal que se imprime en todas mis crónicas. Gajes del oficio, adivino.

Siempre me ha gustado escribir sobre las cosas del día a día, aunque no descarto cambiar de género.  Las palabras me apasionan. Si bien es cierto que una imagen vale más que mil palabras, también lo es que con mil palabras se pueden crear infinitas imágenes y al gusto del consumidor.

Si pudiera escribir profesionalmente, sería feliz también. Pero no es tarea fácil. Requiere preparación, y que lo que una escribe guste a alguien. Hice un curso de escritura creativa hace un año y medio, y lo disfruté mucho. Vi que me quedan tantas cosas por aprender...De momento, el blog y mis pequeños escritos me compensan. 

También disfruto escuchando y hablando. Me gusta comentar las cosas qué pasan por el mundo. Compartir puntos de vista diferentes. Aprender cosas nuevas.

Desde pequeña me fascina la radio. Ese aparato que sonaba mientras desayunaba en casa de mis padres. Cuando tenía doce años tuve la suerte de visitar una cadena de barrio, donde emitían cuentos infantiles. Maldita sea mi memoria que no recuerdo cuál era. Pero tengo muy vívido su funcionamiento. Las hueveras en las paredes, los auriculares, el micrófono. La voz puede transmitir muchas cosas. Poder hacer radio, un sueño.

En un par de semanas, cuando los niños empiecen el colegio, comienza una especie de autodescubrimiento, y estoy algo nerviosa.

Por lo pronto toca aprender noruego. Eso seguro. También buscar piso activamente (ahora el mercado está bastante parado por las vacaciones de verano). Ya os contó Pau en su blog que, a nuestro pesar, tenemos que cambiar de vivienda antes del próximo invierno. Cosas que pasan. Cuando se lo comunicó el propietario, fue un jarro de agua fría para todos, pero en fin... Toca mirar hacia adelante y ¡manos a la obra!

Hoy me despido con el vídeo inspirador de la canción China girl (interpretada por David Bowie) Y es que la vida es despegar, y luego volar, unas veces más cerca, otras más lejos. ¿Cómo las mariposas, quizás?

¡Música, maestro!











lunes, 29 de julio de 2013

Paternidad

En la sociedad noruega el padre es muy visible: En los parques con sus retoños, cambiando un pañal en un banco, o preparando un picnic en medio del campo con los niños brincando alrededor. Muchas mañanas cuando salgo de paseo con los niños, me encuentro con un par de padres, que van con sendos carritos de bebé paseando por el puente viejo de Trondheim.

Se trata de una sociedad que trabaja mucho en la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando nace el bebé, el papá no queda rezagado sino que tiene un papel activo. Si el niño está enfermo, puede faltar al trabajo un número de días al año (la madre también), y no están mal vistos por hacerlo. A mi pareja hace poco le informaron en su oficina que, cuando los niños empiecen la barnehage tiene un día de fiesta para acompañarlos.

En Barcelona, cada vez más, se ve a padres conscientes de sus hijos y con ganas de criarlos, y de sentir la paternidad. Y la sociedad no los ve como unos calzonazos, como años ha, por preocuparse de los críos. Se palpa que ya se está construyendo la igualdad en el terreno de la crianza. Pero queda camino por recorrer. Todo llegará.

Hablando de padres, aquí os dejo un par de fotos del pequeño con Pau en Ilaparken. Cuando llegamos los niños y yo a Trondheim de no verlo en tantos meses, era muy reticente a estar a solas con su padre. En cambio ahora se han vuelto a recuperar, y son uña y carne.




Como ya sabéis que me gustan los cuentos, hoy os quiero recomendar dos lecturas a buen precio para sorprender a papá. Además las podréis compartir en familia. Ambas imágenes están extraídas de la web de La Casa del Libro.


Con unas ilustraciones preciosas, este cuento explica las emociones y los momentos inolvidables que la paternidad dispensa. En cuanto a los niños, está recomendado a partir de tres o cuatro años, porque, aún ser de tapas duras, su contenido es en hojas de papel.


Este segundo es una caja que contiene diversos cuentos, donde, a través de ilustraciones divertidas, se explica cómo ve un niño a su padre en actos cotidianos de la vida. Éste es ideal desde pocos meses hasta los cuatro años, porque es de hojas de cartón. Además tiene un tamaño que cabe en sus manitas y lo hace muy manejable.

Por cierto, como algunos sabéis, hace algún tiempo que soy agente mammaproof. Hoy me han publicado mi primera crónica nórdica.  Estoy muy ilusionada. Podéis leerla pinchando aquí. Deseo que os guste, y aprovecho para enviar un beso a Mavi y Sarah, y a toda la tribu. ¡Gracias, chicas! 

¡Hasta la próxima!



viernes, 26 de julio de 2013

De pañales y otras historias

Sigue el calor en Trondheim. He rescatado las sandalias y los vestidos de verano del armario. Me apetecen los helados. No me lo creo ni yo. Pero bienvenidos sean unos días así: Largos paseos, y cenas al aire libre (Mmmm)

Los niños y yo hemos bajado algunos días al parque de Elgeseter. Se lo han pasado pipa en las barras y en las anillas.



También se han refrescado mucho en la charca. Una sólo se ha podido mojar los tobillos. Ya me veis sentada en un banco, vigilando a los pequeños, con la gorra de Spiderman del mayor. Aguantando el tipo. Glamour cero.

De ir esta semana por allí, he establecido contacto visual con otros padres y madres habituales. Y alguna sonrisa. Aquí la gente es muy discreta. En Barcelona, en un parque, por lo general, se habla por los codos. En Trondheim, nadie quiere molestar. Supongo que, con el tiempo, llegarán las conversaciones.

Cambiando de tercio, Adrià ya no lleva pañal durante el día. Ha sido un mes de fregona, bayetas, y lavadoras de calzoncillos y pantalones. Y sobretodo mucha paciencia. Ahora son pocos los escapes, y no todos los días.

Aquí tenéis un decálogo divertido sobre el tema de Marta del blog Una Mamá Diseñadora



En casa empezamos a ver listo al renacuajo en junio. Se fijaba mucho cuando el resto de la familia iba al WC (con niños pequeños, a veces, es difícil tener intimidad en el lavabo). Además, sufrió una dermatitis del pañal bastante acusada los primeros días de verano. Así que ¡adelante!

Pau tenía unos días de vacaciones, y fue estupendo hacerlo con toda la tranquilidad del mundo. Aprovechamos algunos pantalones de pijama que se le habían quedado pequeños a Arnau, y calzoncillos viejos (esto de ser el hermano pequeño es lo que tiene, ejem) 

También le compramos un orinal, pero la verdad es que no ha hecho casi pipí allí, y caca nunca. Prefiere el váter. Todo como su hermano mayor. Como no llega, le hemos regalado un escalón para que tenga más autonomía. Además le sirve para llegar a la pila y lavarse las manos cuando acaba. 

Las primeras semanas fueron un continuo de recoger de todo por el suelo, pero, poco a poco, la cosa fue mejorando. Cada vez que acertaba Pau, Arnau y yo le aplaudíamos, y él sonreía muy orgulloso. Algún día cayó un huevo de chocolate de premio, pero no muchos, porque es una ruina. Cuando no acertaba se lo volvíamos a explicar con calma (aunque a veces estuvieramos ardiendo por dentro) 

Ahora el gasto en pañales se ha reducido, porque solo usa uno al día para dormir. Y Adrià la mar de contento de llevar calzoncillos como su tete.

Solo me queda desearos buen fin de semana. Nosotros nos acercaremos al St. Olav Festival. Música, espectáculos, y mucho más en la city

¡Hasta la próxima!








martes, 23 de julio de 2013

En remojo

Ha llegado el calor a Trondheim. Nos acompañan 24ºC.

Hoy hemos ido a un parque en la zona de Elgeseter Se trata barrio industrial, que se nutre básicamente de edificios de cemento o ladrillo visto, aunque también tiene una pequeña parte de casas unifamiliares con jardín.

El parque es un auténtico oasis que rompe el estilo urbanita de la zona. En la entrada, tiene un pequeño circuito con las letras del abecedario para los niños que están aprendiendo a ir en bicicleta.


A continuación, se halla la zona para los más pequeños con columpios, tobogán y un arenal. También hay una zona protegida, donde se sientan los padres y madres con los carritos de los bebés.





Donde más se han divertido los pequeños es en una charca. El agua les llegaba por los garrones. Era muy gracioso, porque a medida que iban llegando los niños se desvestían y  se quedaban en ropa interior. Ya dentro todos se ponían a salpicar, riéndose como locos. Si buscáis por Finalebanen en Youtube podréis ver un vídeo de la zona de agua del parque.

Al final del parque había barras para ejercitar la musculación, y chicos y chicas de buen ver. También se veía a familias jugando a volleyball en una pequeña pista de arena, y a fieras trepando por una pared con tacos.

                               


No recordaba lo que era sudar ni ir caminando con camiseta de tirantes. De camino a casa nos hemos tomado un polo de hielo los tres. Realmente, la felicidad está en las pequeñas cosas de la vida.

¡Hasta la próxima!



lunes, 22 de julio de 2013

De excursión por el río Nid

El sábado la lluvia dió tregua, y aprovechamos para hacer una excursión al río Nid. Los chicos se calzaron las botas de agua por si las moscas, porque estaba bastante nublado. Finalmente no cayó una gota, pero pudieron pisar con ganas los charcos que había.

La ruta que hicimos es preciosa. Muchos árboles y casas de madera adornaban el camino. En algunos tramos íbamos sorteando las ramas de las plantas. Para los chicos, toda una aventura ir pasando por debajo de ellas.

A mitad de camino nos encontramos con un parque. Tenía un tobogán bastante alto. Tuve tentaciones de tirarme, pero al final no me decidí.


Luego llegamos al final de la ruta por el río. Los patos y las gaviotas eran los protagonistas. Los niños estaban alucinados de verlos tan cerca. Comprobamos la competitividad que tienen las gaviotas. Había una madre con un crio tirándoles pedazos de pan. Cuando una gaviota alcanzaba un trozo, se iniciaba una persecución feroz de las demás (graznidos incluidos) para arrancarle la comida del pico. Los patos, en cambio, nadaban muy tranquilos. Arnau les hacia monerías, y ruiditos a ver si se acercaban.




Vistos los patos, fuimos al centro a picar algo, porque las fieras estaban cansadas. Por el camino topamos con la zona de Hospitalsløkkan. Merece una visita. Es una área residencial fundada en el año 1277, que se caracteriza por sus casas de madera. Asimismo, se puede encontrar la iglesia de madera del hospital (1705). Sin duda, un barrio con mucho encanto, y rincones realmente bellos.

Este fin de semana también aprovechamos para improvisar un cine casero con palomitas. La película elegida, el Viaje de Chihiro. Un regalo a la imaginación. El mayor quedó boquiabierto con todas las criaturas fantásticas que aparecen. El chiquitín lo miraba todo con mucha atención. El amor de los hijos por los padres, y la perseverancia son los temas centrales. Todo ello regado con mucha fantasía.

Hoy ha salido el sol, así que nos hemos pasado la mañana callejeando sin rumbo fijo.

¡Hasta la próxima!























viernes, 19 de julio de 2013

Cuentos bajo la lluvia

Cualquier sitio es bueno para disfrutar de un buen libro con los niños mientras cae la lluvia. En mi regazo. Sentados en el sofá. Con cojines en el suelo. 

Hoy me gustaría recomendaros un par de cuentos, que hacen las delicias de Arnau y Adrià

Imagen de didacticoline.com

Todo un clásico, que explica la historia de una oruga glotona. Con este libro, los pequeños aprenden todo tipo de alimentos cotidianos. Y disfrutan de una historia con un final muy tierno. Las ilustraciones, preciosas. 



Imagen de petitmama.com

Los pequeños placeres de la vida son los mejores: Un abrazo de mamá, un buen baño, correr con los amigos etc. Página a página, los niños pueden saborear dulces instantes de felicidad. Y los mayores revivir momentos de su infancia.

Informaros que este libro está descatalogado. Lo encontré en una librería de Sants (Sants esquina Arizala), donde venden restos de ediciones a buenos precios. 

 Ah, en relación a este cuento, recomiendo la lectura de la reseña del blog Petitmama 

Por cierto, el blog ya tiene twitter facebook. Os espero allí también. 

¡Buen fin de semana! 





miércoles, 17 de julio de 2013

Educación

La educación es algo que empieza en casa. Somos nosotros, las madres y los padres, los responsables de nuestros hijos. A través del amor, el juego y la comunicación, se consigue lo que sea. Nunca poniendo etiquetas, aunque sea tentador. Ni juzgándolos en ningún sentido. De lo contrario, corremos el riesgo de que se produzca el conocido efecto pigmalión. 

Probablemente, el error más común que cometemos las persones humanes sea proyectarnos en nuestros hijos. Al menos en mi caso. Siempre quisieras que tus hijos no cometiesen los mismos errores que tu. Que no tomasen las decisiones que en algún momento de tu vida te han hecho sufrir. Pero no se puede. A los pequeños hay que darles los instrumentos para que sean autónomos, puedan tomar sus propias decisiones, y sobretodo se sientan seguros de ellos mismos.


Y nosotros ahí estamos para guiarlos en el camino.



Evidentemente, hay momentos en que una se siente superada. Has tenido un mal día, y ahí está esa persona pequeñita reclamando tu atención.  De repente le gritas, sabiendo que es totalmente injustificado. Que no sirve de nada más que para descargarte a ti misma. Es una mecánica que tengo comprobado que hay que evitar. Porque se pierde el respeto por todo.

En casa, solemos seguir ciertas rutinas. No de forma estricta, pero sí intentamos comer y cenar a las mismas horas, leer cuentos juntos, poner el pijama...

Pero berrinches hay, y está claro que el manejo no es fácil. Requiere paciencia y mimo. Y poner ciertos límites (esto quizás ya daría para otra entrada)

La escuela complementa lo que se aprende en casa, pero en ningún caso se puede pretender que sea un sustituto de la función parental. Ni tampoco es un aparcamiento de niños. Se fomenta la creatividad, la diversidad, la constancia, la superación etc. Es una sociedad a pequeña escala. Y el maestro una figura fundamental.

Se indigna una cuando lee las cosas que lee en la red. Maestros con los sueldos recortados, sustituciones paralizadas, subvenciones públicas arrancadas de cuajo. De cómo la escuela pública de nuestro país funciona gracias a las ganas del equipo docente, las AMPA, y los padres y madres. Porque ya no hay dinero para arreglar los pupitres o pintar las paredes, que los niños tengan el material que necesitan...

Desde hace muchos años, no hay ningún interés por parte de los políticos españoles y catalanes en ser un país culto. En ver que el conocimiento es poder. Que el saber es avanzar. Crear presente y futuro. Mejor inventemos el Eurovegas, o sigamos con los pelotazos immobiliarios, y nuestras élites.

Los colegios públicos, y los investigadores ¿para qué? ¿por qué darles más presupuesto? ¿por qué no deben ser una partida recortable para nuestro país? La respuesta es fácil:




En Noruega, destaca la inversión que hay en educación y en investigación. Son conscientes que su riqueza proviene del petróleo, y que se puede acabar. Es más que gratificante ver cómo cuidan y se preocupan de la educación de los niños, y de innovar científicamente.

Desde este modesto blog, pretendo aportar mi granito de arena en este tema controvertido, y con tantas opiniones como gustos.

Si pincháis aquí, encontrareis un montón de buenas frases sobre educación, y un gran blog.

¡Saludos!


PD: Benvinguda Aina! Una molt bona notícia!







lunes, 15 de julio de 2013

Botas de agua

Fin de semana lluvioso. Y se prevé que esta semana también la tendremos pasada por agua. Pero eso no significa dejar de hacer cosas. Hay que equiparse bien, y tema solucionado. 

Para la lluvia, los pequeños tienen una vestimenta especial. Consiste en una chaqueta y un pantalón (en el caso del pequeño un peto). Todo ello resistente al agua y al viento. Es lo básico. Si además llevan forro que permite la transpiración, mejor aún. El mayor tiene un conjunto que cumple los tres requisitos: waterproof, windproof & breathable. En cambio, para el pequeño nos despistamos, y el conjunto no es transpirable. Finalmente, no lo cambiamos, porque vimos muchos niños en Trondheim que llevaban  trajes del mismo tipo. El segundo motivo es logístico; estamos quitando el pañal, y es más fácil limpiar los escapes que si el equipo tuviera forro.




Otro de los requisitos mínimos de un buen conjunto son las cremalleras. Las mismas deben estar protegidas para evitar que se oxiden, o que entre agua y frío a través de ellas. Si son exteriores, deben estar cubierta con una fina capa de silicona.

Es bueno que la ropa sea reflectante. Así estén donde estén las fieras son absolutamente visibles. Y por último, es imprescindible que haya gomas en el pantalón para poder sujetarlo a la bota. Así no entra ni frío ni agua en las piernas de los niños.

Los trajes de las fotos son de H&M, aunque hay muchas otras marcas de similar calidad/precio como Celavi o Name it. También podéis encontrar diseños divertidos de las firmas Villervalla y Reima. 



Unos buenos guantes, y las botas de agua de toda la vida completan el equipo. Arnau eligió unas de Angry Birds, muy coloridas. Y Adrià escogió unas de color azul y amarillo. Les encanta poder pisar charcos sin preocuparse de nada más que de pasarlo bien. 


Con la lluvia, la hierba desprende un olor a mojado, que me recuerda a los veranos en Vilafranca. Me gustaba correr con las botas de agua por les Fonts del Llosar. Si aún no tenéis pensadas las vacaciones, os recomiendo una visita a la zona. Es ideal para ir en familia. Naturaleza, tranquilidad, y buena gastronomía. Muy cerca están pueblos bonitos como Ares del Maestre, Morella, la Iglesuela del Cid etc. Hay alojamientos de todos los precios, especialmente casas rurales y campings. A partir de cinco personas os recomiendo una casa rural, a cuya web podeis acceder pinchando aqui

Esta semana será inevitable hacer cosas en casa. Estoy maquinando algunas manualidades. Ya os iré contando.

Por último, no podía acabar esta entrada sin invitaros a visitar un blog precioso, Con botas de agua

¡Saludos a todos, y... ¡Bienvenida, Asia!









viernes, 12 de julio de 2013

Turistas

Nuestras vacaciones van llegando a su fin. Aprovechando la visita de los padres de Pau, alquilamos una furgoneta y fuimos a descubrir los alrededores de Trondheim. 

A un par de horas de aquí, se divisa el pueblo de Røros. De tradición minera, conserva aún restos de la explotación de cobre.


Asimismo, también hay algunas casas de época que se pueden visitar, y que hacen las delicias de los niños. Es curioso, porque los techos son bajitos y las puertas pequeñas.



Es un pueblo turístico, pero la calle oficial de las tiendas está hecha con gusto. Se pueden encontrar prendas y detalles realmente bonitos. Y también los típicos trolls.




Otro día hicimos ruta por una carretera panorámica, donde pudimos disfrutar de unas vistas preciosas de algunos fiordos. Luego parada y fonda. Comimos unos bocatas, y disfrutamos de la tranquilidad de estar junto al mar.


E incluso pudimos ver la llegada de un pescador con un par de peces recién pescados.



Aparte de la fortaleza de Kristiansten, hemos visitado una isla que hay a pocos minutos de Trondheim. Se trata de Munkholmen. En toda su historia ha tenido tres usos, prisión, fortaleza y monasterio. En la actualidad, es una excursión popular entre la gente de la ciudad y los turistas. Hay un barco que hace salidas cada hora desde Trondheim. Los niños estaban muy emocionados de navegar por el mar. Y como el viaje apenas dura un cuarto de hora, no da tiempo a que nadie se maree.

Las noches parecen más oscuras por las nubes, pero aún sigue habiendo mucha luz. Por cierto, en muchas casas noruegas dejan un hilo de luz por la noche durante todo el año. Durante siete meses al año, las temperaturas son muy bajas y nadie podría sobrevivir durmiendo en la calle. Por ello, si alguien se encuentra en un apuro puede llamar al timbre de la vivienda iluminada.

¡Buen fin de semana!











domingo, 7 de julio de 2013

Descubriendo Trondheim

Seguimos descubriendo Trondheim con ojos de niño. Ayer pasamos un buen rato en el parque que hay detrás de la catedral de Nidaros. Con vistas al río y una gran extensión de césped para hacer picnic, jugar a pelota etc. No se puede pedir más.



Por la tarde, para reponer fuerzas, nos acercamos a una cervecería del centro (entrada por calle Ravelsveita). Nos sentamos en su terraza y cuál fue nuestra sorpresa cuando las camareras, tatuadas de arriba a abajo, nos preguntaron si a los niños les gustaba pintar. A continuación, les trajeron unas bolsas  de papel llenas de dibujos para colorear, colores y adhesivos. No esperábamos que un sitio así pudiera ser tan mammaproof, pero queda apuntado en la lista. 

Hoy ha tocado visita al jardín botánico de Trondheim, situado en la zona de Lade. Es gratuito y hay mucha variedad de plantas, zonas de picnic bucólicas, y patos...Perfecto para pasar el domingo.



Hablando de plantas, aquí tenéis las judías que plantó Arnau hace pocos días. Han dado un buen estirón.




Volviendo a casa, nos hemos acercado al fiordo y hemos hecho una pequeña ruta alrededor de la playa. Cabe decir que aquí el concepto no es el mismo que el de nuestras costas. Son estrechas y con piedras. Pero los pequeños se lo han pasado pipa explorándolo todo.


¡Hasta la próxima!


jueves, 4 de julio de 2013

Tocar madera

Ha llegado el calor a Trondheim, y a ratos se  puede ir con manga corta, o un suéter finito. Eso una misma. Aquí con este tiempo mucha gente se despelota. Es salir el sol y ver a mujeres en shorts y sujetador. Se divisan hombres con las chichas al aire y otros de buen ver. Como el tiempo es muy variable, en general no se planifica. Los primeros rayos de calor te dicen aprovecha y saca  la barbacoa, ves a dar una vuelta etc

Mucha gente está de vacaciones, pues julio es el mes estrella. A mitad de agosto empiezan los colegios, y se activa todo de nuevo.

Con el buen tiempo, se ven andamios por doquier y paletas arreglando los tejados y limpiando y pintando las fachadas. Aquí como llueve mucho y el clima en invierno es duro, se hace mucho mantenimiento del hogar. Muchas casas tienen como material esencial la madera. Los carpinteros tienen trabajo asegurado. Y parece que los bomberos también. Las viviendas tienen detector de humo en todas las habitaciones para poder actuar rápidamente en caso de incendio.

Una ventaja de la madera, aparte de la calidez visual, es que para colgar cosas no hace falta un taladro. Se clava un clavo con el martillo o un tornillo con el destornillador y ¡listos! 

Nosotros estamos aprovechando estos días para hacer vida tranquila y algunos trámites. Los pequeños ya tienen los conjuntos de lluvia para la barnehage. En Noruega, llueva o nieve los niños salen a jugar al patio de la escuela cada día. Pero deben  ir adecuadamente abrigados. Ahora quedan las prendas de invierno, que no son pocas. No obstante, con lo comprado tienen para empezar el curso.

(via Flickr de Redningsselskapet)

También hemos tenido días más movidos, como la visita a IKEA, que tiene los mismos precios que en l'Hospitalet. Para ser Noruega significa que es muy barato. Está en las afueras. Toda una excursión. Dos autobuses distintos y más de veinte minutos caminando. A la ida Adrià se durmió. Por suerte, al llegar allí vimos que tenían carritos con maxicosi. Iba todo desparramado, pero le gustó el sitio para hacer la siesta. Y a nosotros nos permitió comprar las cosas con tranquilidad. Arnau lo quería todo, especialmente los detalles de colores brillantes. Cenamos allí unos hot dogs y pizza. Comparado con los precios que hay en el supermercado de aquí, está pero que muy bien de precio.

Lo peor, sin duda, la vuelta. Cargados como burros. Con las plantas asomando por la bolsa. Lo mejor las barras de las cortinas, con las que casi nos sacamos un ojo. Ah, la que llevaba Arnau servía de guitarra, espada de Darth Vader etc. Le echa una fantasía a todo, que a una le gustaría ser niña de nuevo.

Ahora nos queda una semanita más de vacaciones. Os seguiré contando.