viernes, 26 de junio de 2020

Amiga

Tras muchos meses con una vida social muy reducida, recibí una alegre invitación a una fiesta de cumpleaños. Se podía llevar pareja y Asbjørn también se apuntó.

Aprovechando el buen tiempo, la fiesta transcurrió en el jardín. Hermoso. Aunque no conocíamos a todos, entablamos muy buenas conversaciones fácilmente.Comida hecha con mucho amor y música en directo alegraba la velada y llenaba los estómagos hambrientos que traíamos.

Luego llegó el turno de los parlamentos. La cumpleañera dedicó unas palabras a cada invitado. Explicó el porqué nos había invitado de una forma personalizada. Cuando llegó mi turno estaba yo roja como un tomate.

                                             Fuente: Facebook "Bateau Lune"

Tuve que hacer esfuerzos para no echarme a llorar de la emoción, mientras escuchaba lo qué decía sobre mí. Dio en el clavo. Me sentí querida así como soy yo. Sin filtros. Al natural. Sin tener que cambiar nada.

Desde muy chica he pensado que el ser diferentes es lo que nos hace únicos y especiales. Y que eso es lo que nos une con los demás.

Gracias amiga por verme, aceptarme y entenderme sin condiciones. Aunque no estemos juntas muy a menudo, sabes que puedes contar conmigo para lo qué necesites.