viernes, 25 de marzo de 2022

La primavera la sangre altera

La primavera se asoma por estos lares. Una ventaja de vivir en medio del bosque es que se puede ver cómo cambian las estaciones del año. 

Al fin se aprecian algunos flecos de hierba en el jardín. Las gallinas y Capitán se divierten picoteando todo lo que encuentran debajo. Capitán también está más contento, da los buenos días con mucha energía. No le faltan ganas de aparearse, y las hembras ponen muchos huevos.

Al amanecer se oye al pájaro carpintero picando, concienzudo, en un poste metálico para atraer a la que será su compañera de viaje. Algunos pájaros empiezan a regresar y alegran el oído con sus cantos matinales.

Las gatas  salen a pendonear afuera con más frecuencia. Es divertido ver cómo espían a las ovejas y a las gallinas. A veces se encuentran todos los animales en el corral. Todo un festival.

Las primeras flores desafían a las heladas, que aún no se han acabado. Osan a salir pese a las bajas temperaturas. Y yo voy, como loca, paseando y contando cuántas encuentro.

El fin de semana pasado el tiempo acompañó. Sol y unos seis grados. Nos fuimos de excursión al jardín botánico de Trondheim y a disfrutar del solecito a Ladestien

Fue gracioso fotografiar a las ardillas. Estoy aprendiendo a tomar fotos de animales. Mirad esta listilla cómo se refresca con un  pedazo de nieve.

También llegó la hora de retomar la bicicleta y las consiguientes agujetas en el culo los días posteriores. La zona de Byneset es ideal. Y junto a la iglesia uno de mis rincones preferidos para tomar la matpakke.



 

Llevo dos o tres días con la batería algo más baja de lo que me gustaría. La naturaleza sigue siendo mi mejor medicina. En todas sus formas. En mi anterior entrada os conté que había comprado algunos cuadros. Concretamente tres. Forman parte de una exposición que se llama "Mujer en la naturaleza" de la artista Marjan Poursharifi. Me parecieron muy inspiradores y ya forman parte de nuestro hogar.
 

 

Es fantástico que los días se alarguen y aún haya luz a las siete de la tarde. Eso tras muchos meses tomando el aceite de pescado o Tran. Concretamente se suple la falta de sol con este complejo vitamínico todos los meses con "r" (septiembre, octubre, noviembre, enero, marzo y abril) Una buena regla mnenotécnica. 

Hasta la próxima. Y feliz 25 de marzo o Día del Vaffel, una delicatessen dulce noruega.

jueves, 10 de marzo de 2022

Haz de tu día un buen día

Feliz cumpleaños, papi. Este año me he decidido por celebrarte cuando empezaste tu vida. Al levantarme he sabido que en cierta manera estabas detrás de ese cielo tan rosa.

 Y me he dicho: Haz de tu día un buen día. Camino a la oficina me he reído pensando en las anécdotas que la mami nos contaba a todos sobre ti ayer. La del mapache y el muffin de Canadá se llevó la palma. Menudas risas.

He ido a la oficina y he disfrutado y reído con las historias de los colegas. Feliz viendo que me siento con más energía por cada día que pasa. Ahora he subido el porcentaje y estoy trabajando un 64%.  También entreno tres veces por semana: Piscina, zumba y boot camp. La terapia me está ayudando mucho. A sacarlo todo, aunque duela. Pasito a pasito sé que lo voy a conseguir. 

La vida me ha puesto un reto hoy.  Una situación desagradable. Pensar en ti y en lo que tú hubieras hecho me ha dado fuerza. Sé que a ti también te costaba demostrar tu valía, y que al final siempre lo conseguías. Y he hecho lo que yo creo correcto. Sé que no soy perfecta, pero me he dado una palmadita en la espalda. Por mi coraje. Por seguir mis principios. Orgullosa de ser quién soy.

He querido hacer el día especial y me he regalado un ratito en el centro de Trondheim. Un día realmente soleado me ha sonrojado las mejillas, y me ha puesto el alma contenta. He pensado en ti y he ido a tomar algo con una amiga. Las buenas amigas es uno de esos privilegios de la vida que nunca me cansaré de agradecer. 

 

Tras mi cita me he acercado a la biblioteca y he comprado por primera vez tres cuadros. De una pintora iraní con una historia de vida muy interesante. Os los enseño en otra entrada.  Ha sido emocionante.

Asbjørn y Adrià me han recogido en la parada de bus a las cuatro, y nos hemos ido a casa. Pronto pastel de chocolate en tu honor. Arnau ya se relame.

Muchos abrazos y besos. Se te sigue extrañando