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jueves, 10 de marzo de 2022

Haz de tu día un buen día

Feliz cumpleaños, papi. Este año me he decidido por celebrarte cuando empezaste tu vida. Al levantarme he sabido que en cierta manera estabas detrás de ese cielo tan rosa.

 Y me he dicho: Haz de tu día un buen día. Camino a la oficina me he reído pensando en las anécdotas que la mami nos contaba a todos sobre ti ayer. La del mapache y el muffin de Canadá se llevó la palma. Menudas risas.

He ido a la oficina y he disfrutado y reído con las historias de los colegas. Feliz viendo que me siento con más energía por cada día que pasa. Ahora he subido el porcentaje y estoy trabajando un 64%.  También entreno tres veces por semana: Piscina, zumba y boot camp. La terapia me está ayudando mucho. A sacarlo todo, aunque duela. Pasito a pasito sé que lo voy a conseguir. 

La vida me ha puesto un reto hoy.  Una situación desagradable. Pensar en ti y en lo que tú hubieras hecho me ha dado fuerza. Sé que a ti también te costaba demostrar tu valía, y que al final siempre lo conseguías. Y he hecho lo que yo creo correcto. Sé que no soy perfecta, pero me he dado una palmadita en la espalda. Por mi coraje. Por seguir mis principios. Orgullosa de ser quién soy.

He querido hacer el día especial y me he regalado un ratito en el centro de Trondheim. Un día realmente soleado me ha sonrojado las mejillas, y me ha puesto el alma contenta. He pensado en ti y he ido a tomar algo con una amiga. Las buenas amigas es uno de esos privilegios de la vida que nunca me cansaré de agradecer. 

 

Tras mi cita me he acercado a la biblioteca y he comprado por primera vez tres cuadros. De una pintora iraní con una historia de vida muy interesante. Os los enseño en otra entrada.  Ha sido emocionante.

Asbjørn y Adrià me han recogido en la parada de bus a las cuatro, y nos hemos ido a casa. Pronto pastel de chocolate en tu honor. Arnau ya se relame.

Muchos abrazos y besos. Se te sigue extrañando

domingo, 17 de noviembre de 2019

Culo de mal asiento

Cada día aprendo cosas nuevas en la granja. Este verano-otoño nos hemos lanzado con el "hesjing". Se trata de secar hierba y convertirla en heno, que luego es alimento para ovejas y otros animales.

Aún no tenemos ovejas en la granja, pero en la familia de mi chico, Asbjørn, tienen. Su prima nos enseñó todo el procedimiento . Ella es especialista en ovejas y le pareció divertido compartir sus conocimientos con nosotros. Y a nosotros aprender este oficio milenario.

Primero a preparar la instalación con palos de madera y alambre.




 Luego a cortar la hierba y a preparar montoncitos.



Por último, la parte más social: Colgar la hierba para que se seque.



La hermana de Asbjørn y sus hijos también se apuntaron. Y también su prima y su familia. Así que terminó siendo un día muy social tanto para mayores como para pequeños.



 Y al cabo de tres semanas a empaquetar la hierba seca.


Como culo de mal asiento  que somos, el otoño también ha venido de la mano de otro proyecto. Nos hemos lanzado a construir un gallinero. Los niños están muy ilusionados con la idea de tener huevos frescos. Y los mayores, lo mismo.

Este proyecto ha sido más largo y complicado de lo que imaginábamos. Pero a golpe de martillo y sierra, monta y desmonta, lo hemos conseguido.

 Desde los cimientos.


Pasando por la estructura y el aislamiento.




Construyendo paredes y tejado en los bellos colores del otoño.





Llegando a los colores del temprano invierno.





Y dejando la parte exterior del gallinero para la primavera. Como la tierra ya está helada, no se puede fijar la verja de metal en el suelo.

Tras unos días trabajando con la fachada...



El gallinero está listo para recibir a sus nuevos habitantes. 


La puerta y las ventanas las conseguimos gratis en la popular web noruega www.finn.no. El resto hemos tenido que apoquinar nosotros comprando en las  populares tiendas de "háztelo tú mismo" de Noruega.Si tenéis curiosidad podéis echar un vistazo a la web de Byggmaker, Byggmax o Biltema. Puedo decir que nos conocen bien en todas las tiendas de construcción de las cercanías (jeje)

Ahora hay que comprar algunas cosas para el interior del gallinero y decidir la raza de las gallinas. También habrá gallo. Según dicen, los machos son capaces de intuir cuando hay un zorro / lince en las cercanías y avisa a las gallinas. La idea es comprar las gallinas y el gallo en alguna granja cercana en enero.

El otoño - invierno también ha venido de la mano de dos viajes. Un fin de semana largo con mis antiguos colegas de Levanger a Copenhagen (preciosa) Muy especial sentirse tan incluída, pese a no trabajar con ellos ahora. Luego un viaje corto y muy emotivo a Barcelona junto a Asbjørn. A dar un buen abrazo a toda la familia y a celebrar la vida juntos. Y con un poquito de tiempo para una de mis mejores amigas (gràcies, bonica per l'estoneta juntes!) 

Nos llevamos castañas de Barcelona y las hicimos en casa en Noruega. Aunque el Halloween triunfa que no veas, me hace ilusión ver a los niños comiendo castañas. Y que tengan presente esta tradición tan sabrosa de su también tierra catalana el 31 de octubre - 1 de noviembre.


Por el resto, el viernes ya tuve la cena de Navidad (julebord) con los colegas de Trondheim. Aquí vamos pronto, pero casi que se agradece. Así no se juntan muchas cenas seguidas y se puede disfrutar de cada ocasión. Ahora mismo me siento contenta, porque me han renovado el contrato hasta la próxima primavera. Entonces ya será casi un año y medio trabajando seguido allí. Algo para celebrar.

Volviendo  a la cena de Navidad. Es bastante especial porque todo el mundo se arregla mucho. Las mujeres con vestidos y los hombres con traje. Yo elegí uno lila tipo kimono cruzado por encima del tobillo. Tengo dos vestidos de fiesta en casa y los voy combinando según la ocasión. Los que me conocen ya saben que mi ropero no es muy grande y que solo tengo una cajita de maquillaje para la cara. Pero vaya, aunque soy pragmática, me pongo guapa cuando la ocasión lo requiere.

La noche empezó a las 18h con una bebida y a las 19h la cena. Probé los platos típicos navideños noruegos: ribbe (costilla de cerdo), pinnekjøtt (costilla de cordero al vapor) y lutefisk (pescado blanco seco y soda cáustica). También había pan artesano, salmón ahumado, buenos quesos y embutidos típicos noruegos. La selección de postres muy de aquí también. Con crema de moras árticas, muffins con frambuesas o kransekake (mazapán).

No fallaron el Kahoot con preguntas curiosas, chistes y canciones durante la cena. Fue muy koselig que dicen aquí. Luego a partir de las 23h había baile, pero estoy un poco constipada y ya me fuí para casa. A esa hora también las fiestas noruegas se pueden volver muy locas. Sólo os digo que hay un dicho noruego que dice que "lo que pase en la cena de Navidad, se queda en la cena de Navidad". Y no cuento más.

Hasta la próxima


viernes, 4 de enero de 2019

Un giro de 180 grados

Año nuevo y la conciencia que me dice que tengo el blog olvidado. Ay, ay Lidia que se pone a escribir de nuevo. La vida ha dado un vuelco los ultimos meses. Y no sé  muy bien por donde empezar pero quizás mejor por el principio. Las novedades incluyen nervios, risas, alguna lagrimilla y mucha ilusión.

Os escribo desde mi nuevo hogar en Buvika, a unos 22 km de Trondheim. Aquí nos mudamos el 1 de noviembre mi chico y yo junto a los niños. Ellos están aquí a semanas alternas.

Cada día descubrimos cosas nuevas.  Hemos ido a parar lugar muy tranquilo donde se pueden ver las estrellas, oír los pájaros e ir de excursión con tan solo salir por la puerta de casa.

Junto a la casa hay un segundo edificio, el granero - corral. Y no podía faltar un tractor.  Sí, sí nos hemos mudado al campo. Al frente una cabaña pequeñita muy coqueta, que también pertenece a la finca. Bienvenidos a la granja.


La idea es cultivar zanahorias, patatas y bayas, y tener algunos animales con el tiempo. Hemos empezado con una linda gatita. Los niños han elegido el nombre. El ganador, Stjerna, que significa "estrella" en noruego. Para los españoles se pronuncia "estierna". Llegó la semana pasada y ya nos ha robado el corazón con sus monerías y travesuras.


Para recapitular un poco todos estos meses sin escribir, iré haciendo flash-backs. Espero que no resulte muy confuso.

En octubre fui con mis colegas del trabajo a Barcelona y les hice de guía. Reservé una furgoneta con conductor para los 9 del aeropuerto a su hotel y del hotel al aeropuerto. Salió perfecto y solo costó unos 10 euros por persona y trayecto. Yo pernocté en casa de mis padres y ellos en Poblenou, donde según me comentaron también se divirtieron mucho.

Estuvimos en la Sagrada Familia, Parc Guell, Barceloneta, los exteriores del Maremagnum...Dos días y tres noches. Lo pasamos bomba. Les enseñé mis lugares favoritos y los lleve a comer tapas y paella. Y como no...al mercado a comprar jamoncito y otros embutidos. Les encantó el pan con tomate y el fuet. También tuve oportunidad de  estar con la familia y quedada express con las amigas.

La estancia en Barcelona es junto al viaje de empresa a Suecia uno de los mejores recuerdos del 2018. Nos invitaron a todos los empleados a dos días y una noche a un resort y organizaron actividades divertidas, conferencias motivadoras (la oficina se traslada más lejos en dos años y hay lógicamente inquietud) y comida rica.

También en diciembre cumplí los cuarenta. Edad que marca un punto de inflexión que no de seriedad, como demuestra la sopresa de mis colegas de trabajo.  Toda la oficina llena de globos y fotos. Menudas risas nos echamos. Son muy buena gente.

 

No faltó una fiesta en casa con gente especial, y buena comida. Fue bonito recibir abrazos, postales y algunos regalos pensados desde el corazón. Y es que hacía muchos años que no organizaba un festejo de este calibre. Luego hubo fiesta tranquila en familia y fuimos a cortar el abeto de Navidad en nuestro bosque. Mi primera vez. Emocionante.

                             


Y que no se me olvide el calendario de adviento de este año, uno de actividades y libros y el otro, el calendario de agradecimiento. Este segundo es si cabe aún más sencillo que el primero. Solo se necesita una naranja, clavos y cada día se saca uno y se agradece algo a la vida. Pues aunque la vida duele a veces, y mucho, no hay que olvidar las cosas buenas.




También hice un curso de conducción sobre hielo en diciembre, pues ahora cojo el coche cada día desde casa hasta la estación de tren. En esta época del año, el tiempo puede dejar las carreteras con hielo, nieve pastosa etc. Muy útil y lo recomiendo a todos los que no se hayan sacado el carnet de conducir en Noruega. Confieso que aún sigo sudando la gota gorda con la conducción y la climatología adversa, pero espero conseguir vencer el miedo este 2019.

Los 40 vinieron de la mano de una muy buena noticia. Me hicieron fija en la oficina de bienestar social de Levanger. Una mezcla de orgullo y felicidad me invadió. Mi primer trabajo fijo desde que emigré en 2013. Al fin la lucha ha dado sus frutos y además me ha regalado el trabajo de mis sueños entre buenos colegas. No me lo podía creer cuando me lo dijeron.

A los pocos días llegó el dilema. Positivo, pero no deja de ser un reto. Me ofrecieron un trabajo temporal en otra oficina pública mucho más cerca de casa. Fue una decisión dificil. Todo vino de repente cuando aún estaba con la miel en los labios.

Ahora la decisión está tomada. Aprovechando que en Levanger me conceden una excedencia con reserva de puesto de trabajo, me he lanzado. Y este 2019 trabajaré aproximadamente 9 meses en Trondheim. Sigo en la oficina social, pero esta vez llevaré otro tipo de temas más relacionados con ayudas para personas que padecen situaciones extremas. Ya os contaré.

Luego llegó el turno de celebrar las fiestas navideñas en familia. Primera parada Noruega y segunda en Catalunya. Es entonces cuando uno hace balance del año. Punzadas de alegría y dolor y a seguir creciendo como persona. Esto dará para otra entrada que no tardará en llegar.  De momento...

Feliz año nuevo desde Buvika





domingo, 16 de septiembre de 2018

Gotitas de vida

Viernes 27 de julio de 2018. Treinta tres grados. Estoy sentada en el porche de casa en Trondheim. Ola de calor total.  Ya me he zampado tres polos. Las abejas se están poniendo moradas con las gotitas de ázucar que caen y quedan pegadas en la mesa. Lindo observar la vida en estos diminutos seres.

Tenía planeado ir a coger frambuesas pero la temperatura es demasiado alta. Esto me confunde y aturde por completo. Pero escribir siempre es una buena salida en estas situaciones.  Extraño el fresquito noruego, pero seguro que llega en unos días. Hoy habrá guerra de globos de agua en el jardín cuando los chicos vuelvan de casa de sus amigos. Y que no falte una cervecita bien fría.

Las vacaciones de verano fueron indescriptibles. En muchos sentidos. Trataré de resumirlas. Empezaron con dos días familiares en Barcelona. Comida rica, muchos abrazos y sentimientos a flor de piel.




La tripa de mi hermana Carla nos hace muy felices a todos, aún tener  el corazón en un puño por los problemas de salud que han alcanzado a la familia. Júbilo y dolor en una misma balanza. Y entre todos encontramos el equilibrio. Somos una piña. Confirmar que la vida es hoy y ahora. Hay que saborear las gotitas que nos da la vida.

A esto le siguió un viaje  de seis días con diversas destinaciones que me regalaron una vuelta muy valiosa a mis orígenes. Os cuento. Primera parada:  Delta del Ebro. Arrozales, calor, pájaros y muchos menos mosquitos de los que esperaba. Lindo respirar su silencio, más hermoso hablar con su gente y disfrutar de su gastronomía. Por fin me pude zampar unos caracoles y una paella. Ay, ay, ay.



Al día siguiente a Almassora a visitar a mi tío Paco, que nos hizo una comida de rechupete. Y venga a charlar y a ponernos al día. Los años no pasan cuando la gente es una parte de tu corazón. Abrazos, Paco.

Por la noche alcanzamos el  pueblo de mi padre, Villafranca del Cid. Un lugar que alberga multitud de recuerdos de infancia. Recorrer sus paisajes, oler a tomillo, mariposas de todos los colores...La lista llegaría a infinito.


También dio tiempo de ver pueblos místicos como La Estrella o de postal como Mirambel.



Sin olvidar la excursión ornitológica con Birding Teruel que os comenté en la útlima entrada. Recomendado para los amantes de los pájaros. David nos trató de lujo y nos explicó multitud de cosas sobre la zona. Aparte de enseñarnos su masía, una delicia para todos los sentidos.



El momento de postal fue cortesía de La Puebla de Arenoso, de donde viene mi abuela materna. Ella, Celia, era una persona a que no se le caían los anillos por nada y se ataba los machos fuese cuál fuese la situación. Luchadora hasta la médula.

Mi última vez allí en La Puebla de Arenoso fue a los 3 años y ya tengo casi 40. Os podéis hacer una idea de lo emocionante que fue estar allí. A mi mami le hacía tremenda ilusioń que lo conociera y localizara la casa de mis bisabuelos. Allí nació y creció mi abuela. Tras intercambio de fotos con mi madre di con ella.


La casa parecía cerrada desde hace algunos años. Ante la insistencia de mi novio (no sé porqué a mí estas cosas me dan vergüenza) me lancé a preguntar por la calle sobre la casa y sobre mi abuela. Cuál fue mi alegría cuando conseguí conocer a las primas de mi mami. Y a la persona que casi me saca las lágrimas allí mismo, el mejor amigo de mi abuelo paterno. Me tuvo toda la tarde con los ojos empapados de la emoción.

A sus 92 años el hombre me contó la historia de mi amor de mis abuelos. Y cómo mi abuelo y él patrullaban por el pueblo juntos y se contaban sus historias. Mi abuelo, andaluz y guardia civil, tuvo que emigrar con motivo de su trabajo. El amor de mis abuelos fue polémico en el pueblo, una historia bien hermosa. Según cuentan lucharon contra viento y marea por defenderlo. Imaginar a mis abuelos allí paseando por las calles o junto al río es algo que nunca podré olvidar.

Llegó el turno de volver a la ciudad condal, la niña de mis ojos. Disfrutar de la familia y todos los hijos de mis hermanas y los míos juntos. Y esa charla con las amigas de siempre, que tanta falta hace y tantos buenos efectos tiene.

Mi hijo mayor tenía una ilusión tremenda por conocer la Sagrada Familia. Se siente muy fascinado por los edificios famosos. Si bien hay bastante turismo en verano, el templo merece la pena. También nos hicimos la ruta del bacalao de algunos museos. No faltaron el Cosmocaixa y el Museu Blau. Y a refrescarnos en la Torre de les Aigues y la Bassa de Sabadell.


Hoy 16 de septiembre consigo elegir todas las fotos y ultimar esta entrada en el blog en mi otro hogar, Trondheim. Aquí estamos en pleno otoño y con 12 grados. Y con la primera excursión en tienda de campaña con los niños superada. Les encantó y eso me da mucho gusto. Amor de madre que se diría.


Hasta la próxima. Y gotitas de vida para todos.





jueves, 26 de julio de 2018

Con la cabeza llena de pájaros

Si hojeamos en cualquier diccionario la expresión "tener la cabeza llena de pájaros", encontramos lo siguiente:  Dícese de quién tiene ideas absurdas y poco reales (sentido figurado)

Si consultamos mi diccionario: Dícese de aquellas personas que saben echarle fantasía a la vida  Ahora además de seguir maquinando cosas, resulta que efectivamente flotan un montón de nombres de pájaros en mi cabeza. Y es que me he lanzado a  tomar, junto a mi novio, unos estudios de un año sobre pájaros en Nord Universitet en Levanger. En total somos 21 estudiantes.

                                       Feliz en el curso de ornitología

Son unos estudios un tanto originales. No hay que ir a clases ordinarias. El curso se divide cinco sesiones de entre 3 y 6 días. Todas se desarrollan en diferentes lugares de Noruega y un poquito de Suecia. El colofón será en la próxima primavera con viaje de una semana al sur de España.

Las sesiones contienen un día de teoría y el resto en la naturaleza.  Mucha observación y práctica junto a unos profesores apasionados por su trabajo. Nos prestan unos telescopios chulísimos y nos vamos moviendo de un sitio a otro en coche. Es muy lindo la verdad. Como aprender un idioma nuevo.

Para el aprendizaje del canto y la apariencia de los pájaros es muy importante la práctica. Por ello aprovecho la más mínima ocasión para salir de paseo. He animado a los chicos también con un par de prismáticos y un libro sobre pájaros para niños. La verdad es que ha funcionado y memorizan algunos detalles mucho más rápido que yo. Y lo más importante:  se divierten. Y como yo cuando empiezo algo, me entusiasmo hasta la médula, no ha faltado una visita la isla de Runde, un lugar fantástico para los amantes de los pájaros. 


                             Rodeada de myrull, mi flor preferida (Runde)

Conduje un buen rato a la ida y a la vuelta. Parece que ya le voy cogiendo un poco más el gusto al coche. Y es que quizás pronto lo voy a necesitar. Traigo buenas noticias.

Finalmente, tras unos meses con bastante inquietud, he vuelto a encontrar trabajo. Hasta la próxima primavera de momento. Da la casualidad que mi nuevo trabajo es en Levanger, a unos 85 km de Trondheim.  Repito en el sector público y esta vez como consultora con temas de derecho de familia. He trabajado algo más un mes y puedo decir que, aunque cansada con el tute del tren y los madrugones, me siento muy feliz. Tanto con las tareas como con los colegas. Me han acogido con los brazos abiertos y eso a una la llena de alegría. Y cosas positivas de levantarse temprano. Los pájaros están muy activos y hasta he visto un alce paseando por el puerto.

Por el resto, sigo haciendo muchas excursiones los fines de semana alrededor de Trondheim. A la cabaña o con la tienda de campaña.

                             En Urvatnnet, en una cabaña abierta para todos.

La naturaleza me hace mucho bien y allí encuentro siempre mi equilibrio. Es mi mejor cama, mi restaurante favorito y donde los pensamientos, buenos o malos, se ordenan como por arte de magia.

                                        Un lago precioso (Urvatnnet)

Ahora recién de vuelta de unas vacaciones reparadoras en mi país. Con excursión ornitológica incluída con Birding Teruel. Pronto os cuento más, pero nos hicieron un reportaje. Si os interesa, pinchando aquí podéis leerlo.

Hasta la próxima.


viernes, 6 de abril de 2018

Locuras maravillosas

Estos días me venían a la cabeza las artimañas para vender números de lotería para los viajes de final de curso en la escuela y en el instituto. Y las cestas de comida que se ofrecían como premio. Con su jamoncito, turrones, whisky y otras pijadas varias. Aquí en Trondheim los adolescentes también hacen lo mismo. Si bien las cestas de comida (sin alcohol) triunfan con otros productos como el café o el salmón, hay otro producto que arrasa. 

And the winner is: El papel de water. Como lo leéis. Y te lo traen a la puerta de casa. Asi que este año cuando tocaron a mi timbre me agencié más de 20 rollos de papel de WC. Extraño a los ojos de una no nativa lo es.  Práctico también, porque no has de pensar en comprar cada dos por tres.

Debo confesar que el tema del papel de WC me intriga hace tiempo. Pues en más de una foto de la gente cuando va a la cabaña (hytte), ahí luce el rollo de papel higiénico plantado encima de la mesa.


Otra cosa fascinante de las cabañas noruegas es que algunas tienen el lavabo fuera (utedo). Es una especie de casita de madera y en la puerta siempre hay un corazón. Dentro hay un banco con su agujero y alli te sientas.  Todo orgánico.


                                      Al wc se entra por esa minipuerta

Al principio os tengo que decir que en mi cabeza no cabía la idea del papel higiénico multifuncional. Pero ahora lo uso para todo. Y pues como buena catalana tampoco es tan raro si pienso que tenemos tradiciones como la del tió de Nadal que caga regalos y la figura del caganer en el pesebre. Ahora sonrío, pues ya encontré una nueva conexión catalana - nórdica.

                             Otro lavabo exterior, este más cómodo.

Quizás el tema es algo absurdo, pero me pareció divertido escribir un rato sobre esto. Si os apetece pinchando aquí podéis ver un vídeo que explica el concepto de hytte con mucho humor.

Cambiando de historia, el invierno se antojó muy hermoso en Trondheim. Con los chicos fuimos al poengrenn del barrio. Le han cogido mucho el gusto a esquiar y el mayor ya controla mucho. Y por mi parte, aunque aún me meto alguna de cuidado, también he hecho mis pinitos en el tema. Fui con el grupo de mujeres a un día de esquí en Trondheim. También tuve ocasión de visitar una cabaña en Budal donde para llegar aparte del trayecto en coche habia una hora esquiando.


El esfuerzo valió la pena. Silencio, vistas hermosas y relax absoluto. Y otro fin de semana estuve en otra similar pequeña y coqueta, pero con un extra muy especial. Contaba también con una casa adicional o sauna. Lo más divertido es que se tenía que calentar con leña. Luego locura total. Salir corriendo a fuera sin ropa y hacer un baño de nieve bajo las estrellas y a diez bajo cero.



Ya para acabar de perder la poca cordura que me quedaba, esta Pascua hice mi tur más extremo con mi chico. Unos 35 km de esquí en la bella Reinhem (casa de los renos) en Dovrefjell. Salvaje, inhóspita y hermosa quita a una el aliento tanto visualmente como fiśicamente. Menudo trote me dí.

No las tenía todas conmigo y hubo ratos en que no fue nada fácil. El objetivo era dejar el coche en un aparcamiento comunitario y llegar esquiando a una cabaña situada a una distancia de entre 17 y 20 km desde allí. Pero solo logré esquiar unos 6 kilómetros aquel día. Así que tocó usar la tienda de campaña. Otra aventura. Y es que estábamos a veinte bajo cero aquella noche. Fue sorprendente notar que con el saco no tenía nada de frío en el cuerpo. Lo único fue el piruji que corría en mi naricita. Y lo que sí se llevó la palma fue lograr mear. Os ahorro los detalles (je je).

                             
Con un segundo día de trayecto llegamos a la cabaña, donde pasamos un par de noches. Gente agradable y con mucha experiencia en la naturaleza. Y coincidí con una chica catalana que también se llama Lidia y vive en Trondheim. El mundo es un pañuelo. La hytte es de la organización excursionista más conocida de Noruega (DNT) y tenía muchos extras, entre ellos comida. Lo más curioso es el sistema de pago. Escribes tu nombre en un papel con tu dirección, las noches que has pasado y la comida que has cogido y lo depositas en una urna. En unos meses te envían la factura a casa. Es tan emocionante la confianza noruega.






A la vuelta puse toda la leña en el asador (lo de volver a mear a la intemperie no lo veía nada claro), y fue posible regresar de una tirada al punto de partida y en coche a casa.



                          Aquí sonrío pero estaba hecha puré  :-D

Ya en Trondheim me sentí como una auténtica heroína, llena de vida y con mucho coraje. Así que hora estoy, entre otras actividades, cogiendo más práctica con el coche.

Al ser Pascua hubo tiempo para otras cosas más tranquilas y especiales como pintar huevos en familia o preparar la Mona, algo que ya se está convirtiendo en una tradición que me encanta.



Este invierno ambién tuve oportunidad de visitar Oslo. La excusa fue tomar una prueba de inglés (TOEFL), pero ya os contaré en otra entrada aparte. Una ciudad bonita. Y no faltó una visita express a mi amada Barcelona. Cuando la familia te necesita no hay nada mejor que hacer piña y darse energía positiva los unos a los otros. Pues se está para todo, lo bueno y lo malo.

Por el resto sigo con algunas clases de español, el voluntariado en el grupo de mujeres, disfrutando de las buenas amigas, la zumba y....ahora me he metido a estudiar pajaritos con mi chico. Por otro lado, continuo con mi búsqueda de trabajo: a ratos alegre, a ratos desesperada, pero así es la vida. La buena noticia es que finalmente he conseguido entrar en varios procesos de selección para el trabajo de mis sueños como asesora social. Es muy emocionante poder entrar en el mundo de las entrevistas. Pasito a pasito las cosas parece que van saliendo. Y si la cosa se sigue resistiendo toma forma la idea de hacer una diplomatura en la Universidad, ampliar Spansk med Lidia con negocios paralelos etc.
 
Confío que de esta olla de ideas, algo bueno va a salir y podré disfrutar de un poquito de estabilidad antes del próximo verano. Y con este caos, que tiene más orden del que parece a simple vista, me despido de todos vosotros.

Os dejo con una canción esperanzadora dedicada a mi tierra, que desafortunadamente está viviendo tiempos difíciles, y para cualquiera que quiera volver a empezar.  Y ya ahora sí, cerrando la entrada tipo programa de radio envío una felicitación especial a Carla y a Jaume por las buenas noticias.


Hasta la próxima