sábado, 25 de marzo de 2023

Gratitud

Día soleado y aunque la temperatura es baja, aquí estoy en el jardín. Sentada con las botas semihundidas en la nieve. De vez en cuando levanto la cara hacia arriba, cierro los ojos y  siento mis carrillos calentitos y colorados. Aunque la temperatura es bajo cero, el sol aprieta. Eso en estos lares no se puede desperdiciar. 

                                        
Las chocolatines típicas de Pascua con mensaje este año: La distancia más larga es la del marco de la puerta.

He empezado la mañana con una pequeña excursión en raquetas de nieve. Lo bonito de la nieve es que los animales dejan su rastro de forma más visible. Al ver el caminito marcado con algunos agujeros  diminutos y profundos, me he imaginado al alce majestuoso paseando por la noche. Tan tranquilo.

Algunos grupos de tres huellas me han traído a la cabeza la liebre con su traje de camuflaje blanco. Y uno de mis cuentos preferidos. Es curioso comprobar las largas distancias que consiguen saltar tan solo observando las marcas de sus pisadas. No muy lejos del gallinero, hacen acto de presencia los surcos del zorro y el tejón. Aunque  mi gran temor es que se coman a las gallinas, son animales bellos. 

Y sí...he comenzado a tararear la canción de Ylvis: 



En toda excursión hay que tomar alguna pausa. Os presento mi rincón de meditación en el bosque. Sentada en la curvatura del tronco escucho el río y me deleito con la vista. Desde mitades de marzo, estoy tratando de aprender el arte del mindfulness o estar en el momento presente.


Me inicié con meditaciones cortas (de entre 2 y 4 minutos de la aplicación Calm) Y ahora ya las empiezo a combinar con las de 15 minutos. Consejo de la psicofisioterapeuta que me han concedido en mi trabajo durante tres meses. La vuelta al 100% ha sido bastante más dura de lo que creía y me está ayudando a gestionar el cansancio y las contracturas musculares.

Adrià se ha unido a mi ruta un ratito. Se lo ha pasado pipa comiendo nieve y tomando el sol.

La naturaleza y lo cotidiano, como ya sabéis, siempre me ha atraído mucho. Con el mindfulness estoy aprendiendo a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida aún más. Se encuentran en todas partes y en todas las formas. En este sentido, os recomiendo dos libros: "Las ocho montañas" y "Tres luces" así como la versión cinematográfica de ambas. Una delicia. 

Yo leí primero los libros y luego ví las películas. En los libros una se imagina los personajes y los lugares, mientras que en las películas destaca  la belleza visual.  Y cómo no la oportunidad de escuchar otros idiomas, italiano y gaélico. 



                                        La fui a ver con una buena amiga al cine y nos encantó.
                                                           
A media mañana he ido a una fiesta de zumba en el gimnasio. Muy divertida. En algunas canciones hemos formado dos bandas en la sala y bailábamos retándonos en plan gángster. A la vuelta, sobre la una del mediodía, me he unido a Asbjørn y a los chicos a tomar el sol afuera. También he empezado a escribir esta entrada. 

Esta tarde será dulce. Adrià está preparando bombones con una máquina y unos moldes que le regalamos por su cumpleaños hace unas pocas semanas: 12 años ya. El tiempo vuela.  Por la noche, el plan es hacer vaffler en la hoguera. Con Arnau de chef. De techo: Las estrellas. Y quizás una aurora boreal. ¿Quién sabe?

Hoy siento gratitud por este día hermoso y por mi nueva sobrina Olivia, a quien tuve oportunidad de conocer en Badalona el pasado 1 de marzo. Fue emocionante ver que mi hermano Pablo, del que recuerdo su nacimiento como si fuera ayer, es ahora padre. 

Hasta la próxima.