jueves, 19 de octubre de 2023

De mirlos, ovejas y otras historias

Sábado 7 de octubre del 2023. Amanezco como una sopa. No lo puedo creer, pero otra vez he cogido una galipandia de aúpa. Intento aplicar las técnicas de relajación que aprendí en un retreat en Storlien el pasado septiembre. Fue un fin de semana muy enriquecedor con yoga, meditación, baile, paseos y buena comida. Además de otra gente que no conocía de antes, y que resultó ser bonita. Un autoregalo para seguir cuidando el amor propio.

Blosmterstigen o el camino de las flores en Storlien es un trayecto creado con finalidades curativas. Suecia tambien apuesta por la naturaleza como "medicina verde"

Congestionada me siento en el sofá. A través de la ventana se oye algo. Me asomo. Allí están los mirlos de color negro, a montones, cosechando todos los frutos del azarollo que alcanzan.

Es hermoso el contraste del tono azabache de las plumas del pajarillo con el escarlata de los frutos en su pico. Me recuerda a mi conjunto estrella de salir de marcha de joven. Camiseta roja con pantalón negro. 

De repente observo una letra "v" en el cielo. Las ocas, escandalosas, se dirigen hacia el sur. Abro mi cuaderno de escritura mindfulness y anoto algunas palabras clave. Registro todas las impresiones para cuando pueda escribir en el blog sin tanta congestión, tos y mocos como tengo hoy.

La foto no es muy buena pero es fascinante ver las formaciones que llegan a alcanzar las ocas al partir de Noruega.

Todo ese ajetreo sólo puede indicar una cosa. Que el otoño se está consumiendo. El invierno está al caer. De hecho ya hemos tenido alguna mañana con un pelín de escarcha.

El pasado jueves me apresuré a recolectar algunas patatas de nuestra huerta. La mitad por el momento. Si se congelan, no valen un pimiento. Salieron dos carretas y tienen buen tamaño. 

El final del otoño también conlleva decisiones difíciles en la granja. Hoy Nortura ha recogido a cuatro carneros y dos ovejas (que nacieron el pasado abril) para llevarlos al matadero. Queríamos hacerlo en casa, pero el tema del tejado nos ha absorbido mucho más tiempo del que creíamos.

Nos devolverán una parte en dinero, carne de dos ovejas para consumo propio y pieles para sentarnos. Serán de lo más útil cuando llegue el frío que pela. Por último la carne de los machos será para vender en las tiendas. Nos hemos quedado a dos ovejas de la nueva generación, Lakris (significa regaliz en español y es la oveja negra) y Bolledeig (se puede traducir como "masa de bollo" y es muy blandita)

                                                 Pepper a la izquierda con su hija Lakris a la derecha.

                                       Bolledeig es multicolor y un poco pilla.

Ahora sólo falta esperar la llegada de Guapo en noviembre - diciembre. Guapo está en un campus de machos desde el mes de mayo. Como lo oís. En una granja a veinticinco minutos de casa en coche. Allí aguarda a que llegue el momento de reunirse con sus ovejas en nuestra granja.

                                       Menuda pandilla. Guapo es el que tiene cuernos.

Una mujer mayor ya jubilada regenta el establecimiento y les echa un vistazo cada día. Una o dos veces al mes vamos a echar una mano con los carneros allí. Es un voluntariado conjunto entre varios granjeros. Divertido que hayamos podido formar parte de este proyecto.

  Hasta la próxima.