jueves, 4 de febrero de 2021

El encanto del frío

16 grados bajo cero. Esa es la media de esta semana. Lo mismo la semana pasada. Sol radiante. Cielo rosado cada día y alguna aurora boreal tímida, pero siempre hermosa. Gorro con orejeras, manoplas y mucha lana me acompañan estos días. 

Me encanta mirar entre los jerseys de lana que tengo. Pocos pantalones, pocas faldas, pero los jerseys que no falten. Ull er gull dicen en Noruega ("la lana es oro"). Estamos teniendo un invierno de postal. Con nieve incluída. A la cámara de fotos le baja la batería muy rápido con estas temperaturas. Pero alguna que otra foto cae.

Los chicos están muy emocionados y juegan afuera con sus trineos. Se hacen su propia pista casera y bajan que se las pelan. La rasca no les asusta pues usan ropa adecuada.  


Ahora también les ha dado por el patinaje sobre hielo. Me gusta ver que tienen ilusión por probar cosas nuevas. Y sobretodo que se divierten. El fin de semana se estrenaron el hockey sobre hielo en un club local. Gratis gracias al voluntariado, pero hicimos una pequeña donación de cinco euros para ayudar a que cosas así se sigan manteniendo.

Yo también tengo patines, pero mi nivel es muy limitado. Eso de resbalar aún es un tema pendiente. Habrá que seguir practicando tanto con patines como con esquís.

Como culo de mal asiento he encontrado una nueva actividad que me ha enganchado: Las raquetas de nieve. Y así, la pausa para comer en el teletrabajo se convierte en una pequeña excursión en nuestro bosque. Arriba y abajo observando árboles, pájaros y calentando músculos. 

No importa que haya mucha nieve con las raquetas. Eso sí hacer el camino la primera vez lleva su sudor y esfuerzo. Cuando tengo que ir a la oficina tomo la excursión con las raquetas al llegar por la tarde a casa.

Asbjørn también se ha apuntado a mis locuras y lo pasamos bien juntos arriba y abajo. Y luego nada como calentarse al lado del horno de leña, escuchar buena música, bailar o deleitarse con un buen chocolate caliente de vez en cuando. Eso sí, la factura de la luz va a doler este mes.

La actividad física es genial con el frío. Y bueno, por no quedarme encarcarada con las posturas de oficina y el estrés  y la presión del principio de año. El Corona está dando muy duro aquí también. Las urgencias sociales y situaciones difíciles en el trabajo se han multiplicado de una forma brutal. Y me siento muy cansada, pese a ser afortunada por tener trabajo. Suerte de los buenos colegas y el apoyo de personas queridas. Y cómo no esos audios de Whatssap que llegan en el momento preciso.

Antes de dormir damos un paseo de quince minutos afuera. Las estrellas brillan con fuerza. Muchas veces los chicos se apuntan. Y las dos gatas también. Menuda tropa.

Hasta la próxima.