miércoles, 17 de julio de 2013

Educación

La educación es algo que empieza en casa. Somos nosotros, las madres y los padres, los responsables de nuestros hijos. A través del amor, el juego y la comunicación, se consigue lo que sea. Nunca poniendo etiquetas, aunque sea tentador. Ni juzgándolos en ningún sentido. De lo contrario, corremos el riesgo de que se produzca el conocido efecto pigmalión. 

Probablemente, el error más común que cometemos las persones humanes sea proyectarnos en nuestros hijos. Al menos en mi caso. Siempre quisieras que tus hijos no cometiesen los mismos errores que tu. Que no tomasen las decisiones que en algún momento de tu vida te han hecho sufrir. Pero no se puede. A los pequeños hay que darles los instrumentos para que sean autónomos, puedan tomar sus propias decisiones, y sobretodo se sientan seguros de ellos mismos.


Y nosotros ahí estamos para guiarlos en el camino.



Evidentemente, hay momentos en que una se siente superada. Has tenido un mal día, y ahí está esa persona pequeñita reclamando tu atención.  De repente le gritas, sabiendo que es totalmente injustificado. Que no sirve de nada más que para descargarte a ti misma. Es una mecánica que tengo comprobado que hay que evitar. Porque se pierde el respeto por todo.

En casa, solemos seguir ciertas rutinas. No de forma estricta, pero sí intentamos comer y cenar a las mismas horas, leer cuentos juntos, poner el pijama...

Pero berrinches hay, y está claro que el manejo no es fácil. Requiere paciencia y mimo. Y poner ciertos límites (esto quizás ya daría para otra entrada)

La escuela complementa lo que se aprende en casa, pero en ningún caso se puede pretender que sea un sustituto de la función parental. Ni tampoco es un aparcamiento de niños. Se fomenta la creatividad, la diversidad, la constancia, la superación etc. Es una sociedad a pequeña escala. Y el maestro una figura fundamental.

Se indigna una cuando lee las cosas que lee en la red. Maestros con los sueldos recortados, sustituciones paralizadas, subvenciones públicas arrancadas de cuajo. De cómo la escuela pública de nuestro país funciona gracias a las ganas del equipo docente, las AMPA, y los padres y madres. Porque ya no hay dinero para arreglar los pupitres o pintar las paredes, que los niños tengan el material que necesitan...

Desde hace muchos años, no hay ningún interés por parte de los políticos españoles y catalanes en ser un país culto. En ver que el conocimiento es poder. Que el saber es avanzar. Crear presente y futuro. Mejor inventemos el Eurovegas, o sigamos con los pelotazos immobiliarios, y nuestras élites.

Los colegios públicos, y los investigadores ¿para qué? ¿por qué darles más presupuesto? ¿por qué no deben ser una partida recortable para nuestro país? La respuesta es fácil:




En Noruega, destaca la inversión que hay en educación y en investigación. Son conscientes que su riqueza proviene del petróleo, y que se puede acabar. Es más que gratificante ver cómo cuidan y se preocupan de la educación de los niños, y de innovar científicamente.

Desde este modesto blog, pretendo aportar mi granito de arena en este tema controvertido, y con tantas opiniones como gustos.

Si pincháis aquí, encontrareis un montón de buenas frases sobre educación, y un gran blog.

¡Saludos!


PD: Benvinguda Aina! Una molt bona notícia!







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