martes, 2 de junio de 2015

El tiempo vuela

El tiempo vuela. Dos años en Noruega y casi dos años desde que escribo en el blog. No me parece que haya pasado tanto tiempo. La vida se consolida en Trondheim. Este segundo año también ha sido muy activo. Pero me noto situada y adaptada tanto a la ciudad como a  la cultura noruega.

A diferencia del año pasado en que celebré mi primer aniversario trabajando en los cruceros, este lo hice en una fiesta de cumpleaños. De hecho, mi primera fiesta de cumpleaños adulta y por la noche. Lo pasé muy bien y aparte de la gente que conocía, tuve la oportunidad de conocer a otras personas. Cocktails, vino, cerveza, pastel y buena compañía: la mejor combinación. Y sobretodo la ilusión que una amiga noruega me invite a una fiesta.

Este año he dado un salto importante con el noruego. Puedo mantener conversaciones más largas, cosa que me ha permitido entablar relaciones con más gente de aquí. Y eso me gusta. He pasado el nivel intermedio de noruego y ahora me voy encaminando hacia el superior. A ver si el año que viene os puedo decir que es fluido. En agosto vuelvo a retomar el idioma con un nuevo curso, que también tendrá una parte de noruego jurídico. 

Una de las cosas que junto a la evolución del idioma ha sido determinante para mi, es el participar en el programa laboral de Kulturkoordinator el pasado otoño. Finalmente, además de haber conocido personas fantásticas allí,  me siento segura de mí misma. Sé crear y luchar por las oportunidades hoy, y a su vez alejarme de situaciones tóxicas y difíciles que me estaban empezando a engullir hace poco tiempo.

                                          Las mariposas me siguen fascinando e inspirando :)

No tengo un trabajo estable, pero me siento orgullosa de haber trabajado como becaria jurídica, y de trabajar actualmente unas doce horas semanales de profesora de español. Es agotador porque son personas diferentes en horarios y sitios dispersos, pero merece absolutamente la pena. La semana pasada empecé con mi alumna más joven hasta ahora en Spansk med Lidia. Tiene seis años y medio es muy espabilada. Cantamos, bailamos "cha, cha, cha" para aprender los números, fabricamos helados de papel...Ya os contaré más detalles. Pero trabajar con niños es algo que me encanta.  

Asimismo el trabajar en la escuela estos tres últimos meses, me ha ayudado mucho a tener una estabilidad parcial dos días por semana. He conocido a otras profesoras muy majas. Además he podido establecer cierta relación con los adolescentes. Hoy ha finalizado la sustitución, pero me han llamado para trabajar esta semana también como sustituta de otra compañera en la misma escuela.

También me ha ayudado mucho el yoga, la bicicleta y el tener algunos amigos (pocos pero buenos que es lo que a mí me gusta)

Lo que se apunta como más complicado de residir en el extranjero, es el tener a la familia y algunas personas especiales tan lejos. Pero eso creo que a todos los que estamos fuera de nuestro país de origen nos sucede.

Y la comida. Como buena mediterránea, la añoro mucho. Para acabar dejo con un fragmento de la deliciosa película "Como agua para chocolate", que, aunque es mexicana, refleja la misma cultura del amor por la comida de una forma bellísima.

                                          Ojo si no la habéis visto (contiene muchos spoilers)

Hasta la próxima


  


No hay comentarios:

Publicar un comentario