viernes, 2 de mayo de 2014

Nuevas experiencias

Después de unos días gloriosos de sol y buenas temperaturas ha llegado la inestabilidad a Trondheim. Desde el lunes  se alternan nubes, sol, lluvia y aguanieve.  En menos de media hora lo tienes todo. Hoy mientras iba a la reunión de mujeres los chuzos de agua helada me alcanzaban continuamente. Se me han quedado las mejillas pajarito. Hasta que he descubierto que la gente se subía el buf  hasta la altura de la nariz. Y me he aplicado el cuento.

Por cierto, hace algunos martes que acudo a otra cita. Un café semanal con madres de todo el mundo. Son majas y la verdad es que paso un buen rato con ellas. La lengua vehicular es el inglés. De vez en cuando, va bien relajarse del noruego.

Hace pocos días tuve otra nueva experiencia. Su nombre: dugnad. Suena como a dragones y mazmorras ¿verdad? Pero nada de eso. Se trata de trabajo voluntario en beneficio de la comunidad. Se practica generalmente en los barrios y en las barnehage de las ciudades y pueblos de Noruega.

Asimismo el dugnad es junto al voluntariado y el ir de på tur una de las mejores herramientas de socialización con los noruegos. En mi estreno, estuve en nuestro barrio con otra señora muy agradable y los niños de la barnehage ayudando a limpiar el parque. Guantes, rastrillo y manos a la obra. Luego un delicioso pastel casero y kakao nos esperaban en el centro de voluntariado.

                                          Dugnad de Sjetnemarka. Imagen del grupo
                                                        de facebook de Sjetne FrivilligSentral

Es curioso, porque yo tenía la idea de que aquí eran estrictos con el tema de tirar cosas al suelo.  Cierto es que hay pocas papeleras, pero también lo es que habiendo una, junto a ella (no dentro de ella) te puedes encontrar envoltorios de helado y colillas. No en exceso, pero hay.

Por otro lado, justo en Pascua también vi algo que me dejó de piedra. Estábamos haciendo picnic junto al Nidelva. De repente, en una de las casas que tocan al río, mi hermana y yo vimos como una señora sacó un cigarrillo y lanzó el paquete de tabaco vacío al río desde el balcón. Ver para creer. No obstante, creo que, aparte de algunas actitudes personales, que obviamente no son generalizadas, también influye en que Trondheim no esté limpio 100% el hecho de que haya poco servicio de limpieza municipal. 

¡Hasta la próxima!


2 comentarios:

  1. Hola Lidia, qué lindo lo del voluntariado, la verdad a mí también me entusiasma la idea y ya le estuve indagando un poco a mi novio, jeje. Acá también nos abandonó el calorcito, y el sol sólo hoy así que no me quejo :P pero hace fríiiiio!
    Te mando un beso y espero que sigas disfrutando de un poquito de vida social que siempre viene bien :)

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    1. Muchas gracias preciosa. La verdad es que sí que viene bien un poco de vida social. A ver si pronto suben un poco las temperaturas y podemos volver a sacar las barbacoas jijij

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