martes, 7 de enero de 2014

Elvis y otras locuras

¿Año nuevo, vida nueva? Lo cierto es que se podría decir que he empezado el 2014 con el pie izquierdo. Desde que llegué de Barcelona primero tuve que lidiar con un constipado. Después le tocó el turno a un virus intestinal, que, por suerte, parece que ya tiene las horas contadas. Y como estoy mejor, empiezo a volver a ser la persona inquieta de siempre. 

Remirando en internet, he descubierto una web (Monda) muy interesante y divertida sobre la socialización en Noruega. Además si sois usuarios de Facebook y pincháis aquí podréis acceder a su grupo. Cuelgan viñetas divertidas, y además ponen calendario de charlas y conferencias sobre el tema. Curioso.

También me he apuntado a un taller on-line de escritura creativa. Hice uno presencial en las Cotxeres de Sants hace un par de años con la misma gente, y me encantó. Además estoy echando el ojo a cursos de noruego. Con un poco de suerte puedo empezar uno intensivo antes de lo previsto.

                                    Vuelvo a tener carpeta de estudiante ;)

Cambiando de tercio, reconozco que en casa aún vamos a ralenti tras las vacaciones. Cuesta mucho levantarse a las 6,30h los días laborables. Así que las mañanas de lunes a viernes no son precisamente de la Casa de la Pradera por el momento. Nos levantamos todos muy perezosos, especialmente el pequeño. Por la noche no quiere dormir: Que si tengo pipí, quiero agua, me cambio los pantalones del pijama, quiero mas cuentos...Y está un poco peleón. Cuando lo dejo en la barnehage se enfada bastante. Y aunque se le pasa rápido y sé  que sus cuidadores son un encanto,  se me queda el corazón encogido. La suerte es que al recogerlo está muy contento. El  mayor, en cambio, es meterse en la cama que se queda frito. Eso si, se acuerda mucho de Barcelona y en especial de sus primos.

Algo que me ha sorprendido al llegar a Trondheim es que no nieva, e incluso cuesta que hiele. Las temperaturas entre uno y seis grados positivos. Los chicos están impacientes por estrenar los trineos que les regalaron en Navidad en Barcelona. Parece que este fin de semana podría llegar el momento, porque se prevé una bajada drástica de las temperaturas.

Por cierto, Pau y yo también tendremos nuestro trineo. Resulta que cuando llegamos a Trondheim, el julenisse de los propietarios habia dejado algunos regalos para los enanos, entre los cuales había dos trineos. Todo un detalle. Y con lo cansados y malhumorados que llegamos del viaje, fue una inyección de buen rollo para toda la familia.  Les dejamos un dibujo de agradecimiento de los peques  en el buzón.

Mis suegros también tuvieron un detalle muy bonito estas fiestas. Cuando llegamos al piso donde nos alojamos en Barcelona, estaba todo adornado con motivos navideños. Y no faltó el tió de Nadal. Los nenes se quedaron boquiabiertos, y a Pau y a mí nos hizo una ilusión tremenda. 

Para acabar, que sepáis los fans de Elvis que estos dias estará... ¡En Trondheim!


¡Hasta la próxima!







4 comentarios:

  1. Un gusto leerte, como siempre. Qué chulo el curso de escritura...ánimo con todo!

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    1. Gracias Margaret. Ya sabes que puedo decir lo mismo de ti. Un beso.

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  2. Sí!!! Què xulo el taller d'escriptura!!! M'encanta. Un petó!!!

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