domingo, 11 de agosto de 2013

Como un cuento de hadas

Bakklandet es uno de los barrios más pintorescos de Trondheim, cuya existencia se remonta al siglo XV. Durante la historia ha sufrido duros embates que han puesto en peligro la continuidad de la zona. Pero actualmente, es de uno los sitios más idílicos, limpios, y con buen estándar donde se puede vivir en Trondheim. 

Está conformado por casas de madera restauradas, o que conservan el estilo de siglos atrás. Ventanas con repisas llenas de detalles de cuentos de hadas. Calles estrechas con adoquinado antiguo. Miradores con vistas al río (donde los niños y yo más de una vez hemos disfrutado de unos bocadillos caseros)

Cafés, cervecerías y restaurantes coquetos se ubican allí. Os dejo una fotografía del popular Den Gode Nabo, donde se puede comer una hamburguesa y una cerveza flotando sobre el río Nid. Tiene su precio, todo sea dicho, pero para una ocasión especial vale la pena.




No pueden faltar las tiendas de estilo vintage con escaparates de revista.




Esta semana se han celebrado las fiestas de Bakklandet (Bakklandsdagene) con actividades para todos los gustos y edades.




El fin de semana los niños han sido los protagonistas. Y en Gasaparken, un pequeño parque infantil con vistas al río y mesa de picnic, ha habido entretenimiento para ellos. Ponies y caballos para pasear. Un taller para pequeños rockeros...

Tampoco ha faltado un mercado para los reyes y las reinas de la casa. Juguetes de madera. Cojines para soñar, y piezas hechas con mucho mimo, y con el colorido y la calidad que caracteriza a las prendas nórdicas.





Había algunas paradas para picar el tradicional fiskekaker (hamburguesa de pescado), o comer el típico algodón de azúcar y las palomitas de las ferias. Asimismo, frutas y verduras  lucían al sol. La cafetería-restaurante que se ve al fondo de la fotografía es la conocida Baklandet Skydsstation, y siempre está llena tanto de turistas como de locales.




Pero, sin duda, lo que más les ha gustado a los enanos es el barco de los bomberos. Ayer hubo exhibición, y el barco iba bombeando agua del río por doquier, ante la mirada atenta del público. Es el medio que se utiliza en Trondheim cuando hay algún incendio en las casas que dan al  río.




Por último,  si queréis conocer más detalles sobre la historia, así como ver fotografías de Bakklandet, no dudéis en pinchar aquí

¡Hasta la próxima!



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