miércoles, 4 de septiembre de 2013

Revoltijo

En Noruega tienen muy claro que los zapatos son para el exterior. Cuando vas a cualquier casa o a la escuela mismo, te has de descalzar o ponerte unas bolsas de plástico debajo de la suela del zapato.

En  el colegio se da una importancia especial a que lleven zapatillas de estar por casa en las zonas interiores del colegio. Cada mañana, cuando llegamos a la barnehage, los chicos se quitan las bambas y se ponen las pantuflas.



Ahora ya estamos mirando la ropa interior de invierno de los pequeños, que nos pidieron en la barnehage. Encargaremos un suéter finito (genser) y un pantalón tipo malla (stillongs) de lana de merino para las fieras en esta web. Tiene buena relación calidad-precio según me he informado en la red. Los stillongs no deben ser tipo leotardo, porque si  los niños por lo que sea se mojan, hay que cambiarlo entero. En cambio, si llevan calcetines, únicamente con ponerse otros calcetines, el tema ya está solucionado.

También estamos ojo avizor a ver cuándo salen todos los trajes de invierno. Los decentes no bajan de las quinientas-seiscientas coronas (entre sesenta y cinco y ochenta euros aproximadamente) Y los de gama superior cuestan a partir de las mil coronas. Aquí no te la puedes jugar con la ropa de invierno. Ha de ser de cierta calidad, porque cuando el frío aprieta es lo único que protege adecuadamente.

Más cosillas...

Me siento feliz, porque Arnau lleva un par días entrando contento al colegio. Ha congeniado con un par de niños, y se siente más seguro. Ayer hicieron su primera salida a otra barnehage asociada a la suya. La profesora me dijo que participó en las actividades, y que disfrutó. Paciencia y muchos mimos. Es un cambio fuerte para él, y con cinco años se da cuenta de muchas cosas.

Del pequeño nos comentan que ha adquirido la rutina diaria de juegos, canciones, comida, siesta, y más juegos. Se ve que le gusta guiar a los bebés. Como en casa, el jefe es su hermano mayor, aprovecha en la escuela.

Por cierto, el curso de noruego va dando sus frutos, y he aprendido algunas frases sencillas. De momento puedo presentarme así: Jeg heter Lidia. Jeg komme fra Barcelona men jeg bor i Trondheim. Je snakker spansk, catalansk, engelsk og lit norsk. ¿Qué os parece? Las clases son muy prácticas. Hablamos mucho, y la gramática se estudia en casa. Lo cierto es que van muy bien, porque la pronunciación del noruego es peculiar.

Para acabar, comentaros también, que ayer vi unos carteles por la calle con ilustraciones de payasos bajo el nombre de Klovnelopet. Se trata de una iniciativa de los estudiantes de Trondheim para recaudar fondos. Su objeto es subvencionar la actuación de payasos para los niños ingresados en el Hospital de Saint Olav.

                                          Imagen Flickr de Imagen en Acción

Mañana hacen una pequeña fiesta en el centro y algunas actividades en el campus. En Cataluña, también existen payasos de hospital como los Pallapupas, que hacen una labor magnífica con pequeños, y mayores hospitalizados. Además, en Barcelona, está situado el Hospital materno-infantil de Sant Joan de Déu. Un lugar de referencia, sin duda, con muchas  personas agradecidas

¡Hasta la próxima!














viernes, 30 de agosto de 2013

Nunca fui una chica de Santaló

Ayer cuando volvíamos de la barnehage con los niños, vimos a grupos de estudiantes con la cara pintada, el pelo revuelto, corriendo por el campus.

En Trondheim, el movimiento estudiantil es impresionante, porque está la NTNU, una de las universidades técnicas más prestigiosas de Noruega. Además, hay muchas asociaciones u organizaciones como la Studenter Samfundet, que oferta multitud de actividades, o la  SiT, que tiene un servicio de barnehage para estudiantes con hijos, entre otros.

Una entidad que me llama especialmente la atención, y que estos días se publicita mucho en la ciudad, es la conocida como UKA

                                         Foto Flickr NTNU

En UKA,  a través del voluntariado de los estudiantes, organizan un montón de actos culturales en la ciudad cada año. Ahora están trabajando a contrarreloj para fichar a gente que les ayude en el festival, que se celebrará el próximo mes de octubre en la ciudad. Conciertos, teatro... Este año le toca el turno a la edición número 47

                                         Foto Flickr NTNU

                                        
                                          Foto Flickr NRKP3

Recuerdo mi época universitaria con gran cariño. Las primeras semanas no cabía un alfiler en clase y hacía un calor inhumano. Incluso la gente tomaba apuntes en el suelo. Luego, la afluencia bajaba notablemente, y se podía respirar. 

Sonrío cuando pienso en las clases de derecho mercantil con el profesor "buenorro". Recuerdo una vez que se le cayó la lentilla del ojo. La de chicas que se levantaron a ayudarle. O mi primer maestro de Penal, que era de esos "¡Qué guapo soy, y qué tipo tengo!" También había otros docentes peculiares como el profesor de Tributario, el de Eclesiástico o Penitenciario. Gente de la que aprendí mucho, y gente para olvidar (como en todas partes) 

Allí conocí a dos de mis mejores amigas (besos, preciosas). También hice mi primer viaje loco a Madrid. Y tuve mi primera crisis existencial. Todas estas cosas y muchas más. 

Ansiaba el viernes para salir de marcha. Pateé toda Barcelona, pero sin duda me quedo con el recuerdo del barrio de Poblenou. Las noches en Merlín, Zeleste Sur, Razzmatazz...Nunca fui una chica de los bares y clubs fashion de la zona de Santaló.

En mi época universitaria, espavilé a nivel laboral, y trabajé de camarera en una fiesta de fin de año en el Poble Espanyol. Allí Pau y yo nos vimos por primera vez. 

Tambíén pude hacer prácticas de mediación y arbitraje (una de mis pasiones en Derecho), y conocer el mundo de la responsabilidad civil y penal de la mano de una gran profesional.

Crecí como persona, y marqué mi gusto musical hacia el glam. Mi favorito: Placebo. Aunque en la lista de los grandes tengo a muchos otros. Aquí os dejo un vídeo suyo.



¡Hasta la próxima! ¡ Buen fin de semana!








miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Una partida de kubb?

El kubb es un juego nacido en Suecia, que consiste en golpear bloques de madera pequeños mediante el lanzamiento bastones de madera cilindricos. Vendría a ser una mezcla de los bolos y el horseshoes.

Es apto para niños y mayores, y en Noruega es muy popular. Es frecuente ver a gente joven, y familias jugando en la hierba, o en la arena.

La partida puede durar desde un mínimo de veinte minutos hasta horas. El kit básico para jugar está formado por un rey, diez bloques (kubbar), seis bastones (kastpinnar) y cuatro marcas de cancha. En la red, venden kits para todos los gustos y precios. Todo el material es de madera, aunque siempre se puede improvisar con elementos caseros.

                                         Foto Flickr Tobias Carroll

Los jugadores se dividen en dos equipos y preparan el campo. La extensión recomendada es de 5x8m, aunque si se quiere que el juego vaya más rápido, o se trata de una partida infantil, se puede reducir la longitud. El rey se coloca en el centro de la pista, y se ponen cinco kubbar en una y otra parte de la pista, respectivamente.

                                          Foto Flickr Breiterjanosch


La partida se inicia con el lanzamiento de los kastpinnar de un equipo a los kubbar del campo del rival. Una regla fundamental es que los bastones deben tirarse rectos y por debajo del brazo, nunca a a modo de helicóptero.

Os dejo un vídeo para que podáis visualizar fácilmente la mecánica del juego sin entreteneros con explicaciones técnicas. Admite variantes según el país donde se juegue, pero esta es la que se juega en los países nórdicos.



Por último comentaros que el kubb no es sólo un juego para divertirse. Existen competiciones, revistas especializadas y asociaciones por todo el mundo. Y para los que prefieran la tranquilidad, también hay diversas apps.

¿Os animáis a echar una partida? ¡Hasta la próxima!






domingo, 25 de agosto de 2013

Sol, solet

El fin de semana ha sido de lo más soleado, y hemos callejeado. El sábado bajamos al centro. Como siempre, había alguna liada. Música, paradas de comida y gente paseando.

Por una de las calles principales se extendía una retahíla de casetas de los partidos políticos noruegos. Hay elecciones el próximo mes de septiembre. Rosas, chuches, chapas, y globos para los niños. Lo típico cuando se acerca la hora de ejercer el voto. Curiosamente, se observa cierta cercanía de los políticos con la gente. Visten muy informales, nada de ir como pingüinos.

Al hacer más calor, apetecía mucho tomar un helado. Por diez coronas tienes un softy, así que ¡al ataque! El pequeño acabó con nata en el pelo, las manos y toda la cara. Pero disfrutó como un enano. Lo que se dice disfrutar con los cinco sentidos.

También nos dio tiempo de entrar en la biblioteca del centro. Por fuera parece muy pequeña, pero su interior es inmenso. Incluso hay unas ruinas en la entrada. Y una cafetería de donde salen unos olores... (mmm)

Tiene una planta para los niños con multitud de sillas y mesas, y unos asientos la mar de originales hechos con libros. Arnau eligió cuentos de dinosaurios y cocodrilos. En cambio, Adrià fue más directo a los de comida y vestimenta. Pau y yo también leímos un cuento en común. Nuestro nivel de noruego es básico, y hay que ir practicando para mejorar.

Luego nos hicimos socios y pedimos prestada una película infantil, y un cuento. Uno de mis favoritos: Adivina cuánto te quiero (Gjett hvor glad jeg er i deg) de Sam Mc Bratney.


Nunca lo llegué a comprar en catalán o castellano, pero creo que lo pondré en la lista de deseos para estas Navidades. Las ilustraciones son de Anita Jeram. Es un cuento dulce y tierno, de esos que no pueden faltar en vuestra biblioteca. Está traducido a múltiples lenguas, y en diferentes formatos (peluche, plástico para el baño, cartón, y para los más mayores en tapa dura y folios) Lo podéis encontrar en cualquier librería como Abacus por ejemplo.

Hoy hemos vuelto al bosque que hay debajo de la fortaleza de Kristiansten. En una parte, había una exposición sobre la historia militar de Noruega. Arnau ha alucinado con la escenificación de soldados de carne y hueso.



Y luego de picnic en la hierba. Con la toalla, las mochilas y las fiambreras. Los niños se lo han pasado bien corriendo, jugando, y tomando el sol. Pero lo que más les ha gustado es observar cómo un perro recogía el frisbee que le iba lanzando su propietario.


Para acabar hemos ido a coger frambuesas con los pequeños. Cuando se han cansado hemos vuelto a casa y entre todos hemos preparado mermelada. Aquí os dejo la reseña culinaria de Pau.

¡Hasta la próxima!

jueves, 22 de agosto de 2013

Bæ Bæ Lille Lam

El martes empecé el curso de noruego en Trondheim. Somos ocho madres de diferentes países: Polonia, India, China, Italia...Algunas ya llevan tiempo viviendo aquí, otras algunos meses como yo.

Nos presentamos, y la profesora nos entregó un cuestionario para rellenar con nuestros datos personales, y una pequeña descripción sobre nuestra situación actual. Leímos el abecedario. Después, nos enseñó algunas frases sencillas para podernos comunicar en noruego, cuando recojamos a los pequeños de la escuela. De momento, me apaño con el inglés, pero me haría mucha ilusión darle una sorpresa a las profesoras (y a mi misma)

Hvor lenge har han sovet? : ¿Cuánto ha dormido él hoy? Esta me parece fácil de recordar porque sove es dormir y la asimilo a sobar (=dormir en castellano coloquial)

Har Adrià spist mye mat i dag?: ¿Ha comido mucho hoy Adrià? En este caso comer es spise. I dag es hoy. Ambas palabras me resultan familiares, porque aparecen en muchos letreros del supermercado.

Acabamos la clase con una canción tradicional infantil noruega sobre un cordero pequeño (Bæ Bæ Lille Lam) Aquí sí que me perdía mucho. Ahora la estoy memorizando y estudiando.


Por cierto, desde hace pocos días, en los escaparates de muchas tiendas hay una estantería llena de lanas de todos tipos. La más exitosa en Trondheim es la lana de merino. Es una raza de ovejas que proviene de España, y su lana es muy apreciada por su suavidad, transpirabilidad y  función de abrigo.

 Imagen de Flickr de Liam_OMalley 

En Noruega hay camisetas, bodies, mallas, pantalones de lana de merino...De hecho, en la barnehage nos piden una muda completa de ropa interior para cada uno de los pequeños. Estos días han empezado a colocar los primeros modelos en los comercios. En cuanto llegue el frío intenso compraremos para toda la familia. Incluso igual me animo a aprender a tejer. ¿Quién sabe?


¡Hasta la próxima! Ha det bra! (adiós)









martes, 20 de agosto de 2013

Entre primos anda el juego

Estos días hemos tenido una visita muy especial en Trondheim. La de mi hermana Berta y su familia. Hemos exprimido al máximo el fin de semana. Sin grandes pretensiones, hemos disfrutado de las pequeñas cosas de la vida. Tomando algo y mirando los cañones en Kristiansten, paseando por Nídaros, o disfrutando de los columpios de Gassaparken.


El reencuentro con los primos ha sido muy bonito. Parecía como si no hubiera pasado el tiempo. Risas, correteos, abrazos. Alguna riña, pero pequeña. Muchas charlas. Parece mentira lo que pueden llegar a hablar cuatro niños entre cuatro y cinco años. El pequeño Adrià también participaba, y se cogía de la manita de quién se dejara. Tampoco ha faltado el lanzamiento de piedras al río.


Los saltos en la cama elástica han hecho las delicias de los pequeños y no tan pequeños (ejem) También hemos disfrutado de la barbacoa. Por cierto, descubrimos que, pasadas las seis de la tarde, no venden alcohol. ¡Menudo cachondeo con la cerveza sin!


Me siento muy feliz de haber tenido a mi lado a mi hermana, compañera de literas cuando vivíamos con mis padres, y confidente de tantas cosas. También a mi cuñado, encargado de dirigir la ruta hasta aquí. Y por supuesto,  ha sido fantástico ver a todos los primos juntos. Os dejo una foto que hizo Pau. Me encanta.


¡Este post va por vosotros, familia! ¡Hasta la próxima!




jueves, 15 de agosto de 2013

Nuestra barnehage

Esta semana me he pasado más horas en la barnehage de los pequeños, que en casa. Estamos en fase de adaptación de los niños a su nueva escuela. Ha sido cansado, pero he visto de cerca cómo funciona el sistema preescolar noruego. Pau ha podido venir algunos días, y los chicos la mar de contentos.

No tienen pupitres asignados para los niños. Hay varias salas, y mientras unos niños pintan, otros miran un cuento o juegan a disfrazarse. No hacen fichas. Los ratos compartidos todos juntos son para cantar canciones, oir un cuento, o salir al patio. Le dan mucha importancia a hacer pequeños grupos, y cada uno de éstos hace una actividad ya sea dirigida por la maestra, o libre. Esto es posible, porque hay mucho personal trabajando en los colegios.

La tónica a la hora de comer es la misma. En la clase del chiquitín comen seis niños y niñas de dos años juntos en una pequeña sala. Y con ellos está un chico muy agradable, que les ayuda en lo necesario

Nos han comentado que, a partir de septiembre, un día a la semana salen de paseo por la ciudad. Pero que no hay gastos, porque el transporte público es gratuito para las barnehage

Adrià empezó su adaptación ayer. Le gustó su clase, pero se pasó un rato llorando porque quería ir con el tete. Tuvo un día tan emocionante que se durmió en la escuela. Arnau lo lleva mucho mejor. Aunque hoy, que era su primer día solo, he estado un ratito con él, porque la profesora lo veía triste y no quería comer. Al final, lo he convencido, y la tarde ha ido rodada.

Hacia las dos de la tarde salen al patio, y los niños comen fruta sentados en mesas de picnic. Asimismo, todos abren su fiambrera (matpakke) con cosas que traen de casa (galletas, pan, cereales, queso, salchichas etc). Nos han recomendado que nuestros pequeños lleven la suya, porque así tienen para comer algo de su casa.

                                         Imagen de Flickr de @abrunvoll

Otra cosa sorprendente es que es habitual ver a hombres trabajando en las barnehage: Abrazando a los bebés, poniéndoles música, de paseo con el carrito. Lo veo genial. Pero me ha llamado la atención, porque en las escoles bressol de Barcelona no es habitual.

Ayer tuvimos reunión de tutoría con una traductora de español. Una señora mayor que por el acento diría que es argentina. La verdad es que fue útil. Nos preguntaron sobre el carácter de los enanos, la familia y sus hábitos. Hubo alguna pregunta sorprendente cómo qué esperábamos del centro escolar, o si nos preocupaban los virus que suelen correr por los coles.

Un detalle bonito y práctico lo tuvo la maestra del chiquitín. Se apuntó una serie de expresiones básicas en catalán para entenderle mientras aprende noruego. Hoy la profesora de Arnau se ha hecho una fotocopia de la chuleta catalán-noruego. En el caso de Arnau,  su maestra se interesó por la cultura catalana. Y nos dijo que si al mayor le apetece, podría explicar cosas a los demás niños, y  traer fotos de los castellers, el tió de Nadal...

Por cierto, la semana que viene empiezo un curso de noruego en Trondheim. En la barnehage nos dijeron que en el Ayuntamiento hacen cursos gratuitos para padres y madres con niños escolarizados, así que ¡allá voy! Estoy muy ilusionada.

Mañana tienen fiesta las fieras, así que  podrán descansar de tantas emociones. Y yo también (ejem)

¡Hasta la próxima!