Llegó la primavera y con ella las ganas de ponerme en forma en Trondheim. Han sido casi dos años muy intensos tanto de adaptación a la cultura noruega como de aprendizaje del idioma. Finalmente he arrancado y me siento bien. Pero ha llegado la hora mimarme un poco, porque mi cuerpo se ha resentido bastante durante este tiempo.
He empezado un curso de yoga un día por semana. Estoy contenta, porque es una manera de estirar las articulaciones y a la vez relajarme. La profesora es experta en problemas de la espalda y nos enseña buenas posturas a través de diferentes ejercicios. También estoy aprendiendo a respirar bien. Parece algo muy obvio, pero me he dado cuenta que respiro de forma agitada.
Los que me conocéis ya sabéis que camino con la cabeza hacia abajo y suelo encoger los hombros. Además si algo me estresa, aunque no lo exteriorizo, lo voy cargando sobre el cuerpo y me contracturo. Con el yoga he encontrado un buen remedio para las contracturas y las malas posturas.
Combino la práctica de yoga con la bicicleta. Ya he ido varias veces de excursión en Sjetnemarka. Me encanta ver los campos a ambos lados del camino, escuchar cómo pían los pájaros y sentir el frío en las mejillas. Y es que siempre he pensado que las pequeñas cosas de la vida son las mejores.
Empecé con diez, quince minutos y ahora alcanzo los cuarenta seguidos en terreno fácil (sin pendientes) Aún saco el hígado por la boca, pero me siento como nueva cada vez que uso la bicicleta. Mi objetivo es conseguir usar la bicicleta para bajar al centro y volver y dejar de usar el bus. Pero aún me queda entrenar.
También he vuelto a la sana costumbre de escuchar mucha música (y cantar y bailar a su vez cuando estoy sola jejeje) Una de mis preferidas...
Culturalmente me he iniciado en la lectura de novelas sencillas en noruego. Aunque los cuentos de niños me gustan, está muy bien poder pasar finalmente a libros de adultos. También estoy haciendo mis pinitos y he publicado dos escritos sencillos en noruego para Spansk med Lidia. Los podéis leer pinchando aquí y aquí. El último, que trata sobre el Dia de Sant Jordi, lo llevó el pequeño a la barnehage el miércoles, junto con un cuento ilustrado. A los críos les encantó la leyenda y a las profesoras también.
¡Feliz finde a todos!