Hace poco me llegó un mensaje a mi Messenger. Un granjero se preguntaba si podría estar interesada en un carnero. Y a tan sólo media hora de casa en coche. Confieso que este año nos había pillado el toro.
La fatiga ha hecho acto de aparición de nuevo. Llevo unos meses inestables y complicados, donde me veo obligada a tomar el día según viene. Y quién hace lo que puede no está obligado a más, que reza el popular refranero.
Pero vayamos al tajo: Estamos a noviembre, el mes del apareamiento, y sin novio para las ovejas. ¿Qué hacemos este verano y este otoño sin corderitos? Si la granja es una de las cosas que me da la vida.
Sin más dilación, me decidí a poner un anuncio en el grupo de Facebook para encontrar a un donjuan para las ovejas. Lo confieso, mis medios sociales en internet son grupos de plantas y animales básicamente.
Al fin llegó el match. El proceso fue divertido. El granjero me envió tres fotos de tres machos diferentes. Tendríais que haber leído la conversación y escucharnos hablar por teléfono. Que si la lana, la cara, los cuernos, las patas...sin faltar la cuestión obvia, el paquete.
El domingo lo recogimos Asbjørn y yo y le pusimos el nombre más sencillo que se me ocurrió. Como sucesor de Guapo, no podía ser otro que: Bombón. Es jovencito, tiene seis meses. El del año pasado era mayor y experimentado, pero nos salió poco amigable e imprevisible.
A ver si hay suerte este año y, aparte de corderitos, podemos tener al carnero unos años. Bienvenido a la granja, Bombón.



Jajajaja amé lo jocoso del escrito. Que lindo y divertido. Mucha fuerza pa que los animos suban y a pedirle, yo, a papá Noel, mi propio bombóm 😅
ResponderEliminarProp