lunes, 7 de febrero de 2022

De cocina sami y panes ricos

Ayer fue el día nacional de los samis. Aparte de recordar con mucho cariño el viaje a Finnmark, me decidí a preparar su plato típico: Bidos o estofado de reno - acompañado de su pan tradicional - gakkho. Las recetas las saqué de la web www.matprat.no. Me encanta esta web, porque hay recetas de todos los niveles y están muy bien explicadas.

Los ingredientes del bidos son sencillos y deliciosos: Carne de reno, zanahorias, patata y cebolla. Y un pelín de harina, pimienta, agua y sal para hacer la salsa. Si se tiene a mano caldo de reno, queda el plato para chuparse los dedos. Pero si no con agua basta. En casa teníamos reno, obsequio del padrino de Asbjørn, pero no caldo. Igualmente quedó gustoso. 

Hay muchas recetas con reno por estas tierras. A los niños también les gusta el reno cortado bien finito con setas, salsa de nata, y  salteado con sal y pimienta. Es un clásico cuando vamos de excursión a una cabaña, o cuando cogemos la tienda de campaña.

En cuanto al pan sami, éste lleva harina, agua,  sal, mantequilla, sirope y una pizca de anís. Se unta con mantequilla y acompaña al estofado. Los agujeritos están hechos con el tenedor y la idea es comérselo recién salido del horno junto al bidos.  

Hacer pan ha sido una de las cosas a las que le he cogido el gusto desde el pasado 2021.Lo cierto es que se ha convertido en una costumbre hacer pan casero cada semana.  Hasta me he atrevido con el pan de pagès, que es el más típico en Cataluña. 

La receta que más hago - actualmente - es una noruega, que tiene harina blanca y también harina con todo el trigo. La receta no lleva azúcar sino sal. Y un pelín de mantequilla.  Luego le pongo todas las semillas y pipas que me apetece. Las que más me gustan son las de girasol, calabaza, sésamo, linaza y chía. A veces también pelo y trituro una zanahoria. Entonces el pan queda más esponjoso. Otro reto han sido los panes para hamburguesas. Esto es un no parar.

Voy jugando con las recetas y los tipos de harina. En Noruega hay clases de harina para parar un carro. Y cuando fui a Barcelona en Navidad me fijé en varias panaderías para coger más ideas. Aparte mis amigas me regalaron un libro de panes que me encantó (gracias preciosas)

Quién me lo iba decir... Hace unos años le tenía pánico a la cocina. Poca confianza en mis habilidades culinarias. En cambio ahora me relaja estar entre hornos y fogones. 


 Hasta la próxima.

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